La esencia saturnina

Saturno es el gran legislador, la fuerza encargada de inculcarnos las leyes divinas, el manual de instrucciones del universo. Y, por ende, de nuestro microcosmos y de nuestra realidad cotidiana, porque las leyes que determinan el funcionamiento de lo grande son las mismas que mueven lo pequeño. Cuando se activa la fuerza saturnina, se encarga de examinarnos, de evaluar hasta qué punto estamos en línea con esas leyes, con nuestra propia ley, es decir, con la misión que nuestra alma ha elegido antes de nacer. 

Cuando Saturno activa algún planeta del tema astral, es como si uno recibiera la visita de un profesor estricto que viene a preguntarle si ha hecho los deberes. En caso afirmativo, o sea si el individuo está comprendiendo su misión profunda, si le aporta a su alma los manjares que necesita, la energía saturnina se manifestará por su lado más luminoso. Le prestará su ayuda estructuradora, consolidadora y fijadora de todo aquello que haya puesto en marcha. 

En caso contrario, o sea si el alma nos pide peras y le damos coles, Saturno nos mostrará su faz limitadora, reductora, en vez de consolidar colocará en nuestro camino todo tipo de trabas. Por ejemplo haciendo que no logremos el ascenso esperado de los superiores jerárquicos o de las personas de más edad, que son generalmente sus representantes, ellas obstaculizarán o se opondrán a nuestros propósitos. O puede que se encienda un piloto en nuestro organismo –una patología- para inducirnos a investigar lo que ocurre.

Siendo el institutor de la Ley, Saturno es la fuerza que permite comprender el funcionamiento de la máquina cósmica. Así como Urano propicia esa comprensión por iluminación, por golpe de flash intuitivo, Saturno lo hace mediante el estudio de sus leyes. 

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Saturno rige los signos de Acuario y Capricornio. Desde Acuario, ejerce sus funciones de inteligencia activa, estructuradora del pensamiento, creadora de porvenir, puesto que lo que es pensamiento acabará un día siendo acción material. Desde Acuario, Saturno inspirará a los inventores, a los descubridores, a los grandes pensadores, los científicos, los que trabajan en el futuro. Saturno nos pone el marco, el escenario en el que ha de desarrollarse nuestra vida, pero no pone su utilización, la cual dependerá de nuestro libre albedrío. 

Desde Capricornio, Saturno dirigirá con mano maestra los trabajos de edificación del mundo material, que es una de sus grandes especialidades. Los trabajos se harán como deben ser, sin arbitrariedades, sin florituras innecesarias.

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