El padre de tu hijo tiene rasgos narcisistas, aléjate de él es una persona tóxica, le dijo a Noelia una «terapeuta».

El narcisismo alias “amibolismo” u “ombligocentrismo” está a la orden del día. Es una etiqueta o código de barras que estampan en la frente de un número creciente de personas. Describe la actitud de quienes tienen por filosofía el “primero yo, luego yo y después yo”. Luis XV ya dejó definidos los rasgos del narcisista cuando soltó aquella famosa sentencia: Après moi, le déluge (después de mí, el diluvio).

Pero ¿qué le sugeriríamos a Noelia desde la Alquimia Genética? Podríamos decirle, por ejemplo, que el otro no es un accidente del terreno, que no es que la mala suerte o la casualidad lo hayan situado en su camino para ver si le salen ronchas en el alma. Le diríamos que el otro es aquel que se presta a ayudarnos a vivir determinadas experiencias para rellenar nuestro currículum humano.

La toxicidad consiste en pensar que un ser humano puede ser tóxico para otro. No hay evolución posible sin alteridad. Rupert Sheldrake dijo en una ocasión que una célula no es nada si no es en relación con otras células. Este razonamiento es aplicable al ser humano. Aquello que nos molesta o que nos incordia en otra persona es lo que está resonando desde las áreas más escondidas de nuestro ser.

Volviendo a Noelia, es más que probable que en una de las doce áreas de su psique tuviera a algún “Narciso” dando guerra. Dicho de otro modo, es probable que -sin ser consciente de ello- tuviera una clara tendencia al “amibolismo”, a velar solo por sus propios intereses, sin tener muy en cuenta las realidades ajenas. Pero, precisemos, no en todas las áreas, sino en una de ellas. Ahí es donde se hace difícil du detección. En Alquimia Genética disponemos de protocolos para poder averiguar qué área de la psique está dando la nota.

A pesar de las recomendaciones de su “terapeuta”, Noelia mantuvo su relación con el padre de su hijo. Pero, ¿qué habría ocurrido si le pone las maletas en la puerta sin comprender en qué medida su pareja está espejando sus propias tendencias, en qué medida es un fractal suyo? Pues que se hubiera hecho acreedora a encontrar otra pareja con las mismas características. Pero más marcadas aún, porque si el universo entiende que nuestra capacidad auditiva está mermada, nos sube el volumen, en toda lógica.

Puestos a explorar posibilidades, imaginemos que Noelia decide quedarse sola y no volver a tener pareja, pero sigue en sus trece de venerar a Narciso en un área de su psique. ¿Qué podría ocurrir? Pues que el rol de Narciso fuera ocupado por otra persona de su entorno, un amigo, un familiar, una compañera de trabajo, un superior jerárquico, etc.

Para reabsorber el fractal y liberarnos del espejo no hay otra salida que la toma de conciencia. Tal vez te preguntes por qué las cosas son así, ¿quién lo decide? ¿Y si te dijera que es debido a que el setenta por cien del planeta, pero también del cerebro y del cuerpo humano, está compuesto por agua? El agua es sinónimo de amor, emoción, sentimiento. Podemos deducir que nuestra principal misión como seres humanos es conjugar el verbo amar en todos sus tiempos y acepciones.

Hay quien piensa que hemos venido a la Tierra a experimentar con la densidad, que estamos aquí para explorar los abismos más abismales. Eso sería como decir que existe un Ser Supremo, o, mejor dicho, un “Fu-Manchú” con muy malas pulgas, que se ha complacido en crear un gigantesco pozo de alquitrán para lanzar en él a los humanos a ver cómo se las apañan en la negrura. Una idea totalmente absurda defendida por las fuerzas de la divergencia para confundirnos.

La divinidad es pura luz, es amor infinito y nos ofrece un terreno de experimentación para poder captar esa luz, para poder sentir ese amor bajo todas sus formas y costuras. Los que crean el alquitrán son los humanos. Los afiliados al egoísmo, al “amibolismo”, al “ombligocentrismo” son los que aún no han descubierto que todos somos como celulitas de un gran cuerpo y que la única opción válida es que seamos solidarias unas de otras para qué juntas podamos avanzar hacia la reconquista del Paraíso.

Al son de las maravillosas creaciones de Vangelis. 

Soleika Llop