
Si hay un tema recurrente en la mayoría de las charlas, cursos y entrevistas sobre el crecimiento personal, es el que versa sobre el poder de la manifestación. Parece ser la preocupación principal en este momento. Todo el mundo desea obtener ganancias, bienes de consumo, abundancia, muuucha abundancia.
Decidí pues meditar sobre esta cuestión y convoqué a mi equipo angélico para que me asesorara. Los coaches celestiales suelen ser más imaginativos y profundos que los terrenales. Esto fue lo que me dijeron:
Cuando estás alineada con tu propósito de vida, con tu plan del alma y en conexión con tu Yo divino, no es preciso que realices ningún ritual ni protocolo especial para manifestar la abundancia. Y no lo es porque la vida te trae todo cuanto necesitas para cumplir con tu misión sin que te esfuerces. Las técnicas y protocolos son necesarios si te posicionas en el mundo de la mente, en la Matrix, donde todo requiere esfuerzo y trabajo.
En cambio, cuando estas a las órdenes del Padre, te sitúas en la columna Derecha del Árbol Cabalístico. Y accedes al reino de la Gracia, donde aparecen milagrosamente las personas y circunstancias que van a facilitar el cumplimiento del plan de tu alma.
Es cuando sientes que el universo conspira a tu favor. La pregunta que surge es: ¿Cómo conocer ese plan? Muy sencillo, el plan general pensado para todos los humanos consiste en conjugar el verbo amar en todos sus tiempos y acepciones.
Luego a nivel particular, a unos les tocará desplegar su capacidad de amar en el ámbito familiar, a otros en el profesional, a otros en el amistoso, o a otros en una combinación de los tres. Unos aportarán su amor enseñando, otros sanando, otros inventando técnicas o elaborando teorías que hagan avanzar a la humanidad.
Sea cual sea el plan, la vida os va situando en el lugar y en las situaciones que os facilitarán su ejecución.
Gracias, oído cocina…así de sencillo.