Actualmente, pegar saltos entre líneas temporales parece ser la última moda entre muchos aficionados al «esoturismo». Como la materia ya no da más de sí, ya no la podemos estrujar más, hay que buscar más allá. No sea que nos fagocite el vacío existencial y nos deje con el alma haciendo puenting.

Esta nueva moda recuerda la que hizo furor hace unos años con el acceso a los archivos de la memoria universal. De repente, a un número creciente de personas les entró prisa por saber si son la reencarnación de Alejandro el Grande, del druida Panoramix o de Pedro Picapiedra. Pero en vez de conocer al personaje, tal vez resultaría más útil conocer el patrón psicológico que se esconde detrás.

Los archivos de la memoria universal no son un «after hours» donde uno puede servirse lo que le apetece a cualquier hora del día o de la noche. Si no que se ha de acudir con un propósito terapéutico, no por mera curiosidad. Quienes bajan la información de los archivos han de saber manejar el lenguaje de las metáforas porque la mayoría de veces el inconsciente se expresa en símbolos.

Recuerdo ahora la historia de una mujer que se quedó muy impresionada y angustiada al descubrir, a través de una sesión con un especialista en bucear en los archivos akáshicos, que había sido quemada en una hoguera por bruja en una vida anterior. Le comenté que esto no tenía por qué ser literal y que le podían estar hablando de un fuego, es decir, de una energía mal canalizada. Al hacerle la carta astral, vi que tenía seis planetas en Leo, en un signo de Fuego. No resulta nada fácil manejar esa energía sin caer en las redes de un súper ego que lo quema todo a su paso. Allí estaba quizás la hoguera y esa tendencia puede haberse manifestado en esta y otras vidas anteriores, no forzosamente como una experiencia a lo Juana de Arco. Al tener conocimiento de esta vía interpretativa paralela, aquella mujer se tranquilizó mucho. En cuanto a la brujería, indica una tendencia a manipular la realidad en provecho propio, una actitud nada ajena a quien tiene un stellum (conjunto) planetario en el signo de Leo.

 
Pues bien, con los saltos de las líneas de tiempo ocurre algo parecido. No se trata de irrumpir en una dimensión paralela para chatear con un colega en plan: » Buenas, como me aburre la 3D porque ya no me puede ofrecer más estímulos, estoy aquí para ver si me cuentas algo nuevo». Si no que existen unos protocolos. Pretender aplicar a otros planos de conciencia la misma filosofía del «todo vale» que impera en la tercera dimensión es un error. Nuestro televisor cosmológico tiene múltiples canales, pero su funcionamiento no es el mismo que el de los televisores de nuestras casas.

El primer paso del protocolo para poder acceder a otra línea temporal es la intención, la cual ha de estar alineada con el propósito divino. Y eso implica dos factores:

– Que la experiencia resulte útil para uno mismo y por extensión, para los demás. En otras palabras, la experiencia ha de ser utilizada como un medio, como un instrumento, no como un fin en sí misma. Crecer para luego ayudar a otros a crecer. Escalar la montaña para luego tirar el cordaje al que viene detrás.

La conexión con dimensiones paralelas es una experiencia álmica. En la 3D la reina del mambo es la mente racional, que es una señora cuantitativa y acumulativa, y nos dice: “quiero mássss, muuucho mássss”. En cambio, el alma es cualitativa, busca calidad, le encanta alimentarse en el Club del Gourmet, no le entusiasma el «fast food». No podemos aplicar las mismas reglas en una dimensión que en otra. No se trata de coleccionar los contactos con dimensiones paralelas, sino de plantearnos un propósito, a poder ser con fines terapéuticos, y por extensión, altruistas.

Siento que mi creatividad no acaba de despegar, pongamos por caso. Tengo la opción de saltar a otra línea de tiempo para conectar con un personaje de mi multiverso (que pertenece a las múltiples dimensiones de mi ser) que haya hecho un gran despliegue de su creatividad. Este es, por ejemplo, un ejercicio que forma parte de los protocolos de la Alquimia Genética. Entonces aparecerá ante mi pantalla mental un personaje al que entrevistaré, le intentaré sacar la máxima información posible para poder enriquecer mi presente. Y una vez que haya aprendido la técnica, podré enseñarla o aplicarla a otras personas.

Puedo poner como intención hallar el personaje de mi multiverso que se haya sentido más satisfecho de sí mismo por haber incidido en el bien común. Eso sería una buena inversión de cara a mi autoestima. En Alquimia Genética, esos personajes, que son como superhéroes, reciben el nombre de «Excelencias».

El segundo paso, después de haber definido la intención, consiste en el despeje de los canales de percepción. Si pretendemos acceder a otras dimensiones con las tuberías internas llenas de sarro emocional, la información no fluirá correctamente. Se producirán interferencias susceptibles de distorsionarla.

Esa limpieza incluye una armonización familiar, ya que la familia suele ser una buena cantera para el sarro. Esta armonización es otro de los protocolos que realizamos en Alquimia Genética. 

Ya estabas esperando el tercer paso, ¿a que sí?. Pues, siento decepcionarte, no hay tercer paso, ni cuarto, ni quinto, esto no es una receta de cocina, ni una tabla de gimnasia, sino un proceso de evolución y de ascensión personal. Si levanta Ud. una pesa x horas al día de forma regular, acabará creando un musculito donde antes había flacidez… Pues no, no es así de fácil ni así de evidente, aunque para poder saltar líneas temporales si es cierto que hay que crear musculitos… Pero intuitivos.

Hay quien dice que nuestra cultura nos ha hipnotizado para hacernos creer que estamos limitados a un solo carril de tiempo, o lo que es lo mismo, para hacernos creer que nuestro televisor cosmológico tiene un solo canal. Ya estamos con las conspiranoias, es un recurso fácil que evita tener que hacer el esfuerzo de entender las cosas desde la totalidad. Pensar así es situarse en el terreno de la dualidad buenos-malos. Desde la energía de la dualidad resulta muy difícil saltar a otra línea de tiempo.

¿No es más lógico pensar que, antes de poder pasar a otra línea de tiempo, nos toca aprender a manejar el juego de la 3D: pasado-presente-futuro? ¿Para qué tiene que aprender un bebé a saltar con pértiga si apenas si acaba de dar sus primeros pasos? Es tan lógico que es casi de Perogrullo, puro sentido común (que, como bien sabemos, es el menos común de los sentidos).

Dicen los “expertos” en la materia que para saltar a otra línea de tiempo hace falta trascender el miedo. Es evidente, solo hay dos grandes categorías de energías: la del miedo y la del amor. Si estamos en una, no estamos en la otra, de la misma forma que no podemos pisar un acelerador y un freno a la vez. Pero si aparece el miedo es porque la mente racional –cuya principal tarea es velar por nuestra supervivencia- nos está advirtiendo de la presencia de un bloqueo energético, y es preciso resolverlo, llevando a cabo una negociación cuántica con la mente. Es otro de los ejercicios que realizamos en Alquimia Genética.

Siguen diciendo los expertos en saltos temporales que es necesario mostrar un estado de benevolencia, de bondad amorosa. Pero no se trata de jugar a volverse bondadoso de repente, de decir a todo que sí, de tatuarnos en la cara una sonrisa perpetua y poner la otra mejilla cada vez que nos suelten un mandoble. Si no de entender qué mensaje nos están dando con el mandoble, de otro modo esa bondad será artificial, tan artificial como los defensores de la positividad tóxica, que se empeñan en fingir que siempre están súper mega bien y siempre dispuestos a dar saltos de alegría. No se trata de pasarse el día diciendo: “te quiero, te perdono, te comprendo, etc…” Si no de comprender por qué el otro actúa como lo hace. Y desde la consciencia, agradecerle que haya aceptado el papel de agente kármico o de “toca narices profesional y con carnet” en nuestra historia. Amar al otro a pesar de estas circunstancias y darle las gracias es conquistar el verdadero amor.

En resumidas cuentas, saltar líneas temporales puede resultar muy interesante, pero teniendo en cuenta lo que decía Kryon: “Antes de querer ir a explorar otras galaxias, primero observa lo que ocurre en tu patio trasero”.

Soleika Llop