La celotipia es, a grandes rasgos, la manifestación de los celos. Hablaremos de este problema desde la visión de la Alquimia Genética (AG). Un día me pidió una sesión de AG una mujer – llamémosla Celia- que dijo padecer una fuerte celotipia hacia su marido. No era muy lógico porque ella es una mujer preciosa, además de inteligente y de ser una excelente profesional en su ramo. A nivel exterior, no se explicaban los celos. Algo estaba ocurriendo en la psique de Celia, que se traducía en esa actitud, de la misma forma que habría podido manifestarse a través de un problema de salud. Los celos, habitualmente, implican desear algo que posee otra persona, porque uno se siente carente de ese algo.
Así que recurrimos al dado de doce caras y preguntamos qué parte de la psique de Celia sentía que no se le prestaba la suficiente atención, que no recibía la misma energía que otras. Y salió el número 3, que tiene relación con la comunicación y los hermanos. Le pregunté a Celia sobre este tema y me dijo que tenía una hermana con la que apenas hablaba, porque era muy bohemia y descuidada. Todo lo contrario de Celia, que es muy pulida y muy impecable en todo y muy responsable, eran dos caracteres totalmente opuestos. Le sugerí a Celia que dejara de juzgar a su hermana y que la aceptara tal y como es, e hicimos un trabajo alquímico en relación con la hermana.
Al cabo de unas semanas, Celia comentó que su celotipia estaba disminuyendo mucho y que esto había mejorado la relación que tenía con su marido. Un marido que la adoraba y que era totalmente ajeno a las movidas psicológicas de su mujer.
Hablemos ahora de la historia de Nora, que sufre mucho debido a que uno de sus hijos –Jaime, el mayor- siente unos tremendos celos del otro. En este caso, el mensaje se ha exteriorizado a través de un fractal, de un personaje espejo: Jaime. Si estos celos no afectaran a Nora, no haría falta investigar porque podríamos considerarlos como un proceso bastante normal y corriente entre hermanos. Pero Nora se sentía muy triste, desanimada y preocupada por la actitud de Jaime.
Preguntamos al dado de doce caras qué parte de su psique se sentía ninguneada, carente de atención por parte de ella, y salió 3.4: comunicación con la familia, en especial con la madre. Nora reconoció que la comunicación son su madre era bastante deficiente. Su madre había padecido a lo largo de su vida algunos desarreglos mentales. Nora la quería, y procuraba invitarla a su casa cada vez que había un cumpleaños o una fiesta familiar, pero ella no acababa de entender a su madre, hablaba poco con ella.
El área 3.4 estaba un poco depauperada, carente de mimos. Y todo ello se manifestaba a través de la actitud de Jaime. De hecho, eso fue lo que la motivó para solicitar una sesión de AG. Hicimos una sanación profunda de esta área y Nora pudo observar que los ataques de celos de Jaime empezaban a espaciarse, a ser menos estridentes. Pero lo más relevante fue que ella se relajó mucho respecto a este tema, dejó de afectarle tanto.
Conclusión: para evitar que unas áreas de la psique envidien a otras, solo hace falta atenderlas convenientemente a todas.
Soleika Llop