El desarrollo del ser humano está dividido en dos fases: la fase INvolutiva y la Evolutiva. Desde el punto de vista de la Cábala, podemos decir que la fase Involutiva (Big Bang) es la que dirige el recorrido de Kether a Malkuth, es decir, del mundo del espíritu al de la materia. Y el recorrido Evolutivo (Big Crunch) sería el contrario, el que lleva de Malkuth a Kether.
En el proceso INvolutivo, para descubrir una escultura como las de Miguel Ángel, nos dejamos a menudo las uñas a golpe de buril y de martillo, esculpiendo el mármol de nuestra realidad 3D, quitando de aquí, poniendo de allí, lijando acullá. Ese es el camino del lento ascenso de la Kundalini. Sin embargo, cuando se invierte el proceso, uno accede al auténtico arte de moldear las formas, pero sin tanto esfuerzo y desgaste de energía, sin estropearse las uñas.
En la INvolución, impera el sistema del “Al revés te lo digo para que me entiendas”, nos han llevado, por ejemplo, a descubrir todo lo que no es poder, o sea, todo el material sobrante de la “escultura”. Pero el universo aborrece el vacío, en cuanto se produce uno, lo rellena. Si creamos en nosotros un vacío de poder, el hueco será rellenado por otra energía de poder, que nos hará sentir que no somos libres, que estamos siendo manipulados por una voluntad ajena a la nuestra. Pero demonizar o vilipendiar a los agentes sociales que se han ocupado de esta manipulación no es la solución, sino que lo más adecuado es tomar conciencia de que han sido unos sufridos agentes del karma colectivo generado por la dejación de poder.
Si nos situamos en lo alto de una atalaya para observar el cuadro completo, nos daremos cuenta de que todo forma parte de un gran plan de luz. Por ejemplo, si admitimos que el oro –el dinero- es luz cristalizada, es lógico pensar que quienes manejan muchos capitales manejan también mucha luz. Pero su función es a veces hacernos entender las cosas de rechazo. Salir del ruedo de 3D y emprender el camino Evolutivo es salir de las garras de la dualidad, es dejar de creer que algo exterior a nosotros es susceptible de dañarnos. Lo único que nos daña es la dejación de nuestras responsabilidades, de las virtudes inherentes a las fuerzas planetarias y cósmicas que nos prestan su energía para ayudarnos a crear conciencia.
El proceso INvolutivo nos llevó a atomizarnos y a separarnos hasta el punto de olvidar por completo el vínculo que teníamos con el espíritu y a buscar nuestra identidad en la pequeña parcela del mundo atomizado que nos tocó en el reparto, reivindicando y defendiendo sus particularidades y peculiaridades.
Pero una vez reconocidas identificadas, toca trascenderlas y emprender de nuevo el vuelo hacia la unidad, porque lo cierto es que ninguna célula de ese gran cuerpo puede vivir aislada de las demás y ese regreso hacia la unidad es el camino Evolutivo. Un camino de reencuentro con otras almas que han redescubierto sus alas, esa es la esencia de la Alquimia Genética. A veces las convulsiones asociadas al proceso INvolutivo nos hacen perder un poco el norte, como si estuviéramos metidos en una coctelera o en una vagoneta de una gigantesca montaña rusa, y así cuesta tener las ideas claras. A todos nos toca en algún momento pasar por ese trance. Y nos aporta enseñanzas que luego podremos transmitir a otras personas cuando hayamos salido de la coctelera. Pero para poder experimentar la integración a la que nos conduce el proceso Evolutivo, primero es necesario vivir la separación.
Dijo Kabaleb
“Si el Hombre no entiende las palabras del Ego divino, se le desmenuzan letra por letra. Esta situación figura en los rituales iniciáticos de ciertas sociedades herméticas, en los que vemos como el candidato dice: Yo no sé leer ni escribir, sino tan solo deletrear. Dadme la primera letra, y yo os daré la segunda. Esto es lo que han hecho, ni más ni menos, los reptilianos, que administran la fuerza de la Bestia (son los programas contrarios de los 72 ángeles de la Cábala), ofrecernos el mensaje divino fragmentado, letra a letra, de manera que nos han soltado la primera letra, impeliéndonos a declamar la segunda.
En esta tarea, antes de que la palabra divina aparezca en su integridad, nos ocupamos de descifrar la primera letra y damos a su fuerza un valor absoluto, adentrándonos así en el universo de lo fragmentario. Luego viene la segunda letra, que es algo así como el resultado inevitable de la anterior, porque cuando se ha descifrado totalmente su mensaje, aparece clara su fraccionalidad, es decir, se hace evidente que aquello no termina ahí. Con la segunda letra-fuerza nos parece haber encontrado la solución del enigma cósmico, y que entre lo uno y lo otro conseguiremos alcanzar la verdad. Al final de su descifrado, caemos de nuevo en la cuenta de que nos falta algo, y así sucesivamente hasta que aprendemos el significado de la palabra completa. También la tomamos como una verdad absoluta, para darnos cuenta después de qué forma parte de una frase.
Mientras aprendemos las palabras de Dios letra por letra, nos vemos reducidos al estado de pueblo, muchedumbre, nación y lengua, y en ese estado experimentaremos el orgullo de ser lo que somos, de hablar la lengua que hablamos, de vivir en la parte de la tierra en que nos encontramos establecidos. Generaremos entonces todo un universo fragmentario, al que daremos toda nuestra capacidad de belleza y de amor. Escribiremos poesías que magnifiquen los paisajes de nuestra tierra y haremos todo lo posible para que nuestra lengua prevalezca y se conserve pura, preservándola de la influencia de otras lenguas, a fin de que la confusión iniciada en Babel perdure”.
De ello se deduce que las fuerzas que nos llevan a crear aceleradores de partículas, para intentar buscar en ellos la partícula divina (Bosón de Higgs), las que nos impelen a dividir y atomizar la materia, a reventar sus entrañas (como los niños que destrozan un juguete para ver cómo está hecho por dentro), son las reptilianas. Son las que presiden el proceso de INvolución, y la filosofía del “divide y vencerás”. Buscar el principio de la división es querer entender quién y por qué ha planeado esa fractalización. Los fractales se crean para que podamos entender el patrón primigenio, el diseño de origen. Es lo que el investigador Rafael López Guerrero llama la “fractalidad ascendente”, que consiste en extraer del orden implicado o matriz divina, imágenes auto semejantes que acaban encarnando en un personaje concreto de nuestra vida.
El patrón fundamental de cualquier creación reside, evidentemente, en nuestro Yo divino, y no podemos llegar a él a través del estudio ni de los microscopios, sino por el camino de la fractalidad descendente, es decir, el viaje interior hacia el núcleo del ser. Para esto sirve la Alquimia Genética.
Las fuerzas de INvolución nos enseñan, pues a través de la extrema fragmentación, de la división, de la atomización de las cosas. En este contexto se entiende por qué la energía que se utiliza durante el periodo INvolutivo es la de fisión, resultante de una violenta escisión del átomo. En cuanto exista una masa crítica de personas que se encamine hacia la unidad, es decir, que emprenda el camino Evolutivo, tendremos poco a poco acceso a la energía de fusión, resultante de una fusión de los átomos. Pero esto no dependerá solo de los fondos que se dediquen a ello ni de los descubrimientos que se hagan en los aceleradores de partículas, siendo todo ello el escenario exterior, sino que más bien se trataría de un premio, una divina recompensa, que entre todos hemos de conquistar, desde el interior.
A medida que vayamos desalojando de nuestra psique a las fuerzas de la división, permitiremos avanzar a las de la unión. Las fuerzas INvolutivas o facilitadores (un término más elegante que el de “reptilianos”) no nos han de inspirar temor u horror, su objetivo no es fastidiarnos, ni hacernos daño, ni aniquilarnos, sino ayudarnos a ascender por la vía de las experiencias. Hasta que decidamos emprender el camino de vuelta hacia los mundos del espíritu.
Soleika Llop
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2 respuestas
Muchas gracias!!!El camino es aveces confuso… Sin embargo es lo mejor que podemos encontrar…
Todo lo leído en este punto 3, Involución-Evolución, me hace reflexionar sobre la Unidad, en este caso familiar, aunque hay situaciones que dan a separar o alejarse, es mas.profundo y en cada caso se entiende por la diferencia de.energias que chocan. Volveré a leerlo, qué interesante y practico tener toda esta información a mano cada día. Muchísimas gracias!!!