2. Homo Deus, Yuval Harari

Yuval Harari: Es un historiador y escritor israelí. De sus libros, Sapiens, Homo Deus, y 21 Lecciones para el siglo XXI. Se han vendido decenas de millones de ejemplares y se han traducido a sesenta y cinco idiomas. Se le considera uno de los intelectuales más influyentes de la actualidad. Ofrecemos a continuación unas citas extraídas de su libro Homo Deus, seguidas de unos comentarios asociados a la Alquimia Genética (AG).

Sinopsis: Homo Deus explora los proyectos, los sueños y las pesadillas que configurarán el siglo XXI: desde superar la muerte hasta la creación de la inteligencia y la vida artificial. ¿Hacia dónde nos dirigimos? ¿Cómo protegeremos al mundo de nuestros propios poderes destructivos?

Cita: Es posible que los próximos objetivos de la humanidad, una vez vencidas el hambre, la peste (se refiere a las enfermedades en general) y las guerras, sea la inmortalidad, la felicidad y la divinidad. Nos dedicaremos a ascender a los humanos a dioses y a transformar el Homo sapiens en Homo deus.

Comentario: Podríamos extrapolar y decir que una vez que un ser humano domina los principales escollos de su vida, puede buscar la conexión con su yo divino.

Cita: Al buscar la felicidad y la inmortalidad, los humanos tratan en realidad de ascender a dioses. No por esas cualidades divinas, sino también para superar la vejez o la desgracia, los humanos tendrán que adquirir antes el control divino de su propio sustrato biológico. Si llegamos a tener alguna vez el poder de eliminar la muerte y el dolor de nuestro sistema, es probable que el mismo poder baste para modificar nuestro sistema, de manera que podamos manipular nuestros órganos, emociones e inteligencia de mil maneras diferentes. Si lo desea, uno podrá comprar la fuerza de Hércules, la sensualidad de Afrodita o la sabiduría de Atenea. Hasta ahora, aumentar el poder humano se basaba principalmente en mejorar nuestras herramientas externas. En el futuro, puede que se base más en mejorar el cuerpo y la mente humanos o en fusionarnos directamente con nuestras herramientas. El ascenso de seres humanos a dioses puede seguir cualquiera de esos tres caminos: ingeniería biológica, ingeniería cyborg e ingeniería de seres no orgánicos.

Comentario: La inmortalidad de la que habla Harari, podríamos entenderla como una metáfora que señalaría la posibilidad de no perder la conciencia cuando pasamos de una experiencia a otra, de una etapa a otra de nuestra vida. La posibilidad de trascender de forma consciente, pero no solo en el momento de la muerte física. En efecto, sí “muere” una relación porque me separo, la conquista de la inmortalidad podría consistir en ser consciente de todo lo que esa relación me ha aportado, en integrar todas las experiencias. De manera que esa relación no muera en mí, sino que pase a formar parte de mi bagaje experiencial. Si se produce en mí esa integración, hasta el punto incluso de agradecer a la otra persona lo que me ha aportado, me ahorraré tener que repetir la misma jugada con una próxima pareja.

En cuanto a adquirir el control divino de la propia biología, es exactamente lo que se practica con la Alquimia Genética. Por ejemplo, a través del contacto con los médicos del cielo en el transcurso de las sesiones o talleres. Tengamos en cuenta que el 99,99% del átomo es energía. Los médicos del cielo actúan desde el mundo de la energía y desde allí pueden modificar nuestro sustrato biológico.

Pero en realidad esos médicos sutiles somos nosotros en una dimensión muy implosionada (cercana al núcleo) así que al utilizar sus servicios, se puede decir que nos transformamos en dioses creadores. En cuanto a manipular nuestros órganos, también lo hacemos en Alquimia Genética. Por ejemplo, usando la geometría sagrada o explorando un órgano a través del CAP (chequeo de alquimia preventiva), existen fórmulas muy diversas.

En lo relativo a adquirir la fuerza de un Hércules, también es una hermosa metáfora de lo que practicamos en AG. En efecto, Hércules realizó doce trabajos sobre sí mismo. La exploración de las doce Capas del ADN sutil que realizamos en AG puede ser considerada como el equivalente de los doce trabajos hercúleos. Y lo cierto es que representan un gran esfuerzo, consistente en pasar a la conciencia los contenidos del inconsciente, referidos a las doce áreas de la psique.

Por otro lado, una de las actividades más apasionantes que se puede realizar en la AG es la búsqueda de las Excelencias, es decir, de los superhéroes, de esos yoes aumentados que forman parte de nuestro multiverso. En ese sentido, es posible ir a buscar ese momento en el que hemos tenido o tendremos la belleza de una Afrodita o la sabiduría de una Atenea. Y podremos interactuar con el personaje que hallemos, hacerle preguntas, utilizarlo como coach sutil. E incluso realizar una teleportación genómica con él, es decir, una transfusión de datos, es como la descarga de un programa informático desde su genoma al nuestro.

Esa podría ser una posible interpretación de la idea expuesta por Harari cuando dice que en el futuro podemos llegar a fusionarnos directamente con nuestras herramientas. Harari desconoce muy probablemente la AG pero parece como si, desde el campo cuántico, hubiera conectado con esta disciplina, resulta realmente curioso. Por ello, podríamos proponer la hipótesis de un cuarto camino de ascenso de seres humanos a dioses: el de la ingeniería alquímica.

Cita: Los bioingenieros tomarán el viejo cuerpo del sapiens y reescribirán su código genético, reconectarán sus circuitos cerebrales, modificarán su equilibrio bioquímico e incluso harán que le crezcan extremidades nuevas. De esa forma, crearán nuevos diosecillos que podrán ser tan diferentes de nosotros, los sapiens, como diferentes somos del Homo erectus.

Comentario: Este es un tema controvertido, inquietante incluso si tenemos en cuenta que la Atlántida fue destruida, al parecer, por mentes científicas, pero de la rama “ciencia sin conciencia”. Manipularon el átomo, la genética humana y el poder de los cristales. Ya estamos comprobando que los OGM (organismos genéticamente modificados) acaban destrozando las cosechas y aniquilando la vida de las abejas, por ejemplo. La manipulación del ADN a través de la bioingeniería suena como a un albañil pretendiendo modificar los planos del arquitecto. Es algo que solo puede acarrear funestas consecuencias. Su contrapunto podría ser la bioingeniería genética practicada por uno mismo desde la consciencia y en perfecta sintonía y connivencia con el Padre, con el director de operaciones de nuestra entidad humana. Solo habría que añadirle un matiz: transformarla en bioingeniería genética alquímica.

Cita: Bien podríamos esperar que la nueva agenda humana vaya a contener en verdad un solo proyecto: conseguir la divinidad. La divinidad no es una cualidad metafísica vaga, no es lo mismo que la omnipotencia, no estoy pensando en el omnipotente padre bíblico que está en los cielos. Los nuevos humanos podrían amar, odiar, crear o destruir a una escala mucho mayor que la nuestra.

A lo largo de la historia se ha creído que la mayoría de los dioses gozaban, no de omnipotencia, sino más bien de supercapacidades, como diseñar y crear seres vivos, transformar su propio cuerpo, controlar el ambiente y la meteorología, leer la mente, comunicarse a distancia, viajar a velocidades muy elevadas y, desde luego, la de librarse de la muerte y vivir indefinidamente. Cuando la gente se dé cuenta de lo rápido que nos precipitamos hacia lo desconocido, su reacción será confiar en que alguien pise el freno y reduzca la velocidad. Pero nadie sabe dónde está el freno. Aunque hay expertos en inteligencia artificial, en nanotecnología, en Big Data o en genética, nadie es un experto en todos ellos, nadie es capaz de conectar todos los puntos y ver la imagen entera, puesto que nadie entiende el sistema, nadie puede detenerlo. Si lográramos pisar el freno, nuestra economía se derrumbaría junto con nuestra sociedad. La economía moderna necesita un crecimiento constante para sobrevivir. El conocimiento que no cambia el comportamiento es inútil. Pero el conocimiento que cambia el comportamiento pierde rápidamente su relevancia, los datos van quedando desfasados. 

Comentario: Ahí vemos que Harari se refiere a una divinidad intelectualizada, pasada por el cedazo de la mente racional, según la cual nos dirigimos a la velocidad del rayo y sin posibilidad de frenar, hacia un infierno tecnológico muy alejado de las auténticas cualidades divinas. Es evidente que para el ego de superficie, para el rey de la parcialidad no hay freno, porque el freno se situaría en los dominios divinos de la totalidad. Precisamente, una de las cualidades del yo divino verdadero no consiste en ser experto en un área determinada e ignorante en otras, si no en saber unir todos los puntos, porque trabaja desde la unidad. Nuestro Yo divino es el que entiende todo el sistema porque es el que tiene acceso a la imagen completa.

En realidad, lo que hace Harari es prevenirnos contra la tendencia a deificar la tecnología, a crear un Dios de pacotilla a la medida de las ambiciones y necesidades del ego de superficie. Nos describe con mucha maestría lo que nos espera si seguimos sacralizando la parcialidad.

Harari, como buen historiador que es, dice muy acertadamente que conviene estudiar el pasado para poder saber lo que ocurrirá en el futuro. Ya tenemos referencias de donde nos puede llevar la desenfrenada carrera de la ciencia sin conciencia: al diluvio universal. Eso fue exactamente lo que les pasó a los atlantes, que no supieron pisar el freno porque no sabían dónde estaba. Si lográramos pisar el freno y encaminarnos hacia la totalidad, tal vez lo que se derrumbaría no sería nuestra economía, sino nuestro actual sistema de valores. Harari habla en un sentido metafórico.

Se derrumbaría un modelo de sociedad en el que el ego de superficie nos va creando necesidades ficticias que nos desconectan cada día más de nuestra totalidad. La mejor metáfora para entender ese concepto del “homo deus” al que se refiere Harari es el acelerador de partículas, que pretende encontrar a Dios -el bosón de Higgs- haciendo chocar partículas a velocidades demenciales. A eso nos conduce la loca carrera hacia la atomización, hacia la parcialidad, hacia la compartimentación de la obra divina. Nos conduce a gastar mucha energía y muchos valores (el acelerador de partículas no es un juguete barato que digamos) para nada.

El conocimiento que cambia el comportamiento pierde rápidamente su relevancia”, dice Harari. Sí, la pierde cuando el director de operaciones es el ego de superficie. No la pierde cuando el capital impulso es el amor, cuando cabeza y corazón actúan al unísono, cuando nace en nosotros la fuerza crística, que es precisamente la que unifica y cohesiona todas las cosas.

Cita: El algoritmo es el concepto más importante de nuestro mundo. Están conectados con nuestras emociones. Es un conjunto metódico de pasos que pueden emplearse para hacer cálculos, resolver problemas y alcanzar decisiones. No es un cálculo concreto, sino el método que se sigue cuando se hace el cálculo. Un algoritmo para preparar una sopa podría ser:

  • Calienta una cucharada de aceite
  • Trocea cuatro cebollas
  • Fríe las cebollas
  • Corta las patatas, etc…

Los humanos son algoritmos que producen copias de sí mismos. Los algoritmos que controlan a los humanos operan mediante sensaciones, emociones y pensamientos.

Comentario: Podríamos introducir el concepto de algoritmo alquímico, que nos llevaría a elaborar una receta para despertar el yo crístico que es el camino más seguro hacia el Padre, hacia la totalidad.

Cita: Un individuo es algo que no puede dividirse, implica que mi verdadero yo es una entidad holística y no un conjunto de partes separadas. La mente es un flujo de experiencias subjetivas como dolor, placer, ira, amor, constituidas por sensaciones, emociones y pensamientos interconectados que surgen como un fogonazo y desaparecen de inmediato.

Hoy en día los humanos dominan completamente el planeta, no porque el humano sea mucho más inteligente y tenga los dedos más ágiles que un chimpancé o un lobo, sino porque el Homo sapiens es la única especie de la Tierra capaz de cooperar de manera flexible en gran número. La cooperación es la clave. Roma conquistó Grecia, no porque los romanos tuvieran un cerebro mayor o mejores herramientas, sino porque fueron capaces de cooperar de manera más eficaz. A lo largo de la historia, los ejércitos disciplinados derrotaron fácilmente a las hordas desorganizadas y las élites unificadas dominaron a las masas desorganizadas.
En 1914, tres millones de nobles, oficiales y empresarios dominaban a 180 millones de campesinos y obreros (en Rusia) eran incapaces de llevar a cabo una movilización efectiva. Gran parte de los esfuerzos de la élite se centraban en asegurar que los 180 millones de personas situadas por debajo nunca aprendieran a cooperar. Las revoluciones las hacen pequeñas redes de agitadores y no las masas. Si quiero montar una revolución, no he de preguntarme cuantas personas apoyarán mis ideas, sino cuántos de los que me dan su apoyo son capaces de colaborar de forma efectiva.

Comentario: Lo que dice Harari recuerda al proyecto coherencia: grupos de meditadores que iban por las ciudades practicando meditación y lograban bajar los niveles de delincuencia, suicidios, etc … Este razonamiento es extrapolable a la psique humana: un grupo de tendencias cohesionadas que cooperen en pos de un mismo objetivo puede imponer su política a las hordas de impulsos desorganizados y caóticos.

Cita: En Egipto fusionaron el rey sacerdote con el dios para crear una deidad viviente: el faraón. Lo consideraban como un dios real y no como un representante divino. Todo Egipto tenía que obedecer sus órdenes y pagar sus impuestos. El faraón biológico tenía poca importancia, el verdadero dirigente del valle del Nilo era un faraón imaginado que existía en los relatos que millones de egipcios se contaban. El Dios viviente que era el faraón puede compararse con las marcas personales modernas como Elvis, Madonna o Justin Bieber. Igual que Elvis, el faraón era más una marca que un organismo vivo, para millones de seguidores, su imagen contaba mucho más que su realidad de carne y hueso. Y siguieron adorándolo mucho tiempo después de muerto, siguen yendo a las tumbas a visitar a los faraones y medio millón de personas peregrina cada año a Graceland, la casa de Elvis.

Comentario: El faraón cosía a su pueblo a impuestos: cuando la gente hace dejación de su poder de conexión con su divinidad a nivel de colectivo, es cuando se crea una deidad o la imagen de un Dios viviente al que tendrán que rendir tributo con sangre sudor y lágrimas, con esfuerzo. Ya que no le aportas valores a tu Dios interno, te los exige el dios externo. Venerar a un dios externo sale muy caro.

Cita: La ciencia y la religión son como un marido y una esposa que después de quinientos años de asesoramiento matrimonial siguen sin conocerse. Él todavía sueña con Cenicienta y ella sigue esperando al príncipe azul, al tiempo que discuten sobre a quién le tocará bajar la basura. La religión es un pacto, la espiritualidad es un viaje. El objetivo de la religión es cimentar el orden mundano, el de la espiritualidad es escapar de él. 

Comentario: Esta afirmación de Harari se puede matizar, todo depende de la definición que damos al término “religión”, porque “religare” alude a regresar al núcleo de uno mismo, el papel de la religión cobra relevancia y protagonismo cuando uno necesita de intermediarios para acercarse a su núcleo divino. Volvemos a lo mismo de antes, desviarse de la propia trayectoria sale caro. Precisamente hemos alcanzado un punto de gran acercamiento entre la ciencia y la mística, como el investigador Carlos Schabbath escribió:

La Ciencia no ha comprendido que no hay ciencia verdadera sin la búsqueda del que hace ciencia. Todos llevamos en nuestra psique un instinto de complementariedad. Dos mundos emanantes desde esa dualidad intrínseca del ser humano: la necesidad científica de conocer lo que nos transciende. Cada día, más hombres de ciencia reclaman abiertamente ayuda filosófica, mística, religiosa, esotérica, etc., y también hombres de religión se expresan como científicos. ¿Qué está pasando? No lo sé y es muy difícil sintetizarlo, pero creo que nos estamos acercando hacia algo maravilloso capaz de cambiar el destino del hombre para siempre.

Las posturas asépticas comienzan a ceder en la medida en que el conocimiento del universo-interior encuentra su complementariedad en el universo-exterior. Estamos frente a un trabajo sin precedentes en la historia: explicar lo de fuera desde dentro.  Creo que esta será la postura de la ciencia del futuro y no dudo que se aceptarán las experiencias psíquicas como sugerencias válidas para la mayoría de los campos de investigación. Se buscará incansablemente porque los resultados serán inimaginables. Con el tiempo, lo de fuera llegará a ser igual que lo de dentro. Será el nacimiento del gran sueño de la ciencia transcendental.

CitaSi por libre albedrío se entiende la capacidad de actuar según nuestros deseos, entonces se puede decir que los humanos tenemos libre albedrío, igual que los chimpancés, los loros y los perros. En hospitales israelíes emplean corrientes eléctricas débiles para paralizar el área cerebral responsable de la depresión, a veces el tratamiento tiene éxito. En otras ocasiones se emplea un dispositivo no intrusivo con forma de casco (que se conocen técnicamente como «estimuladores transcraneales con corriente continua»). El casco está dotado de electrodos que se fijan al cuero cabelludo y produce campos electromagnéticos débiles y los dirige hacia áreas específicas del cerebro, con lo que estimula o inhibe las actividades cerebrales seleccionadas. 

Comentario: Tratar una depresión con la ayuda de un estimulador transcraneal –también denominado por Harari “casco de atención”- suena a albañil pretendiendo modificar los planos del arquitecto. Una depresión es un mensaje contundente que el alma le manda al yo consciente para decirle: «Hey, estoy aquí, a ver si te enteras de mi existencia, llevas demasiado tiempo alejado/a de mí». Pero en vez de contestar a su mensaje y buscar formas de acercarse al alma, la persona se coloca un casco en la cabeza y deja que manipulen las pautas eléctricas de su cerebro impidiendo que le llegue el mensaje. En este caso, es muy probable que el alma busque otra forma de transmitirlo, tal vez a través de algún otro tipo de molestia o patología.

Por otro lado, ¿qué puede ocurrir si nos acostumbramos a solucionar nuestros problemas sin necesitar una estimulación exterior? Pues que esa actitud, si es reiterativa, puede llegar a crear un patrón fractal, que derivará en situaciones en las que pasará lo mismo, sabremos solucionar cualquier papeleta sin ayuda exterior. Pero tal vez en ámbitos que nada tienen que ver con la salud. En cambio, en el caso contrario, si me acostumbro a que todo me lo solucionen desde fuera, crearé fractales en los que cada vez seré más dependiente de algo exterior a mí y eso mermará mi libertad.

Cita: Una periodista, llamada Sally Dee, quiso investigar lo que se sentía a través de la estimulación transcraneal. Se fue a un lugar donde tenía que demostrar su destreza como tiradora. En condiciones normales, su destreza fue más bien nula. Sin embargo, cuando se colocó el casco, fue capaz de hacer cosas que en un estado normal no podía, acertó en casi todos los tiros. Ella relató que sus diálogos interiores se detuvieron, dejó de sentir inseguridad, se esfumó su miedo al fracaso. Todas las voces de su cabeza, esas que crean un relato invisible que modela sus decisiones conscientes, se callaron. ¿Qué ocurriría si pudiéramos reescribir nuestros monólogos interiores o silenciarlos completamente de cuando en cuando?

Comentario: Es posible silenciar esos monólogos interiores, a los que Santa Teresa denominaba “la loca de la casa” y las neurociencias llaman la «red neuronal por defecto», es posible silenciarlos de forma voluntaria recurriendo a dispositivos que pertenecen a la tecnología de la conciencia, como el Ciclotrón de Oro Líquido, que forma parte de los protocolos de la Alquimia Genética. Estos dispositivos están constituidos por neutrinos, que son eyecciones solares. El Sol es a la vez indicador de voluntad y de conciencia. Al utilizar estos aparatos sutiles, estamos moviendo la voluntad y actuando desde nuestro libre albedrío sin dejarnos manipular por nada exterior. Además, la periodista que hizo el experimento pudo comprobar que los efectos del estimulador transcraneal eran solo momentáneos, de corta duración. Uno no puede andar todo el día con un casco de estos en la cabeza.

Cita: Por el momento, los estimuladores transcraneales proporcionan capacidades mejoradas sólo durante breves periodos. Los efectos y peligros a largo plazo son totalmente desconocidos. Sin embargo, si la tecnología acaba madurando y se encuentra algún otro método para manipular las pautas eléctricas del cerebro, ¿cómo repercutirá eso en las sociedades humanas?

Comentario: Nada se sabe de los efectos secundarios que pueden llegar a provocar esos aprendices de brujos, como los llamaría Walt Disney. Pero el simple sentido común nos sugiere que no han de ser muy positivos. Por lo que hemos comentado anteriormente, porque crean fractales. El EMT o “casco de atención” se utiliza mucho, por ejemplo, para mejorar los síntomas epilépticos. La epilepsia, por lo que se ha podido comprobar a través de la Alquimia Genética, se produce a veces cuando la persona intenta -generalmente de forma inconsciente- impedir el paso de la luz, detener el flujo de la información que quiere llegar a su yo consciente. De ello se encarga la mente racional, acaso porque teme que esa información pueda sacarla de su poltrona y derribar todos los constructos que ha ido elaborando con el paso de los años.

Esa es una tendencia -la de bloquear el paso de la luz- que se manifiesta con mucha frecuencia. Sin embargo, son muchos menos los casos de personas que padecen epilepsia, el hecho de padecerla puede ser debido a dos factores: que haya cierta reincidencia por parte de la persona en la tendencia a bloquear el paso de la luz, es decir, que esta tendencia se haya manifestado a lo largo de varias vidas. Y en la vida presente, es como si el universo le dijera: Ya es el momento, deja fluir tu luz, no lo postergues más”.

Pero también puede ocurrir, por lo que he podido observar, que la persona sea susceptible de bajar del campo cuántico información que puede resultar muy útil a la comunidad. Sería el caso de una persona con mucha luz y con una gran capacidad de canalización. Por lo tanto, su alma estaría insistiendo mucho para que desbloqueara su luz.

En ambos casos, el alma insistirá en provocar desarreglos eléctricos en su cerebro con la esperanza de que el yo consciente comprenda el mensaje. Si la persona se coloca un casco de esos que intenta borrarle el mensaje, en toda lógica el alma buscará alguna otra forma de expresión. Mientras tanto, el interesado/a perderá mucho tiempo y dinero intentando solucionar patologías.

Cita: Los humanos corren el peligro de perder su valor porque la inteligencia se está desconectando de la conciencia. Los humanos tienen dos tipos de capacidades: físicas y cognitivas. Mientras las máquinas solo competían con nosotros en las capacidades físicas, siempre fue posible encontrar tareas cognitivas que los humanos hiciesen mejor. Pero ¿qué ocurrirá cuando los algoritmos sean mejores que nosotros recordando, analizando y reconociendo pautas? La idea de que los humanos siempre tendrán una capacidad única fuera del alcance de los algoritmos no conscientes es solo una ilusión. Lo único a salvo de los algoritmos podría ser la creación artística.

Comentario: En tiempos de la Atlántida sucedió algo similar todos conocemos el resultado: quedaron sepultados bajo las aguas del diluvio. La diferencia con aquellos tiempos es que todo apunta a que quien perecería ahora ya no sería toda una civilización, sino que ese proceso sería más personal. El propio espíritu será quien se encargue de llamar a filas a sus vehículos y de retirarlos de la circulación. Razón por la cual ahora mismo San Pedro está haciendo horas extras. Si Harari se muestra tan pesimista respecto a las capacidades únicas de los humanos, tal vez sea para incentivarnos a cultivar esas capacidades, aunque tampoco podemos asegurar si lo hace de forma consciente. Pero da lo mismo, lo importante es que su mensaje llegue al máximo de gente posible.

Cita: A cambio de los devotos servicios de asesoramiento de los algoritmos, los humanos tendrán que abandonar la idea de que tienen libre albedrío, acabarán siendo parte integral de una enorme red global.

Comentario: Nos fundimos en la red global en la medida en que somos incapaces de hallar nuestra singularidad, en que no sabemos acceder a nuestra totalidad.

Cita: El liberalismo se vendrá abajo el día en que el sistema me conozca mejor que yo mismo. Lo cual es menos difícil de lo que parece, dado que la mayoría de las personas no se conocen realmente bien a sí mismas. Los individuos no poseen un yo unificado. Dispositivos como el Kindle de Amazon pueden acopiar datos de sus usuarios mientras leen sus libros. Si Kindle se mejora con reconocimiento facial y sensores biométricos, podrá saber cómo influyó cada frase que leímos en nuestro ritmo cardíaco y en la tensión arterial, qué fue lo que nos hizo reír y nos entristeció o nos enfureció. Pronto los libros nos leerán mientras nosotros los leemos.

Comentario: Ahí está precisamente la clave del autoconocimiento: en el Yo unificado. Es posible acceder a él a través de la exploración de las doce Capas del ADN sutil. Ese es el paso previo para que los físicos más punteros acaben encontrando su Santo Grial: la ley de la gran unificación, la teoría del todo. Cualquier estructura existente en el mundo 3D tiene su prefiguración en el campo cuántico, de la misma forma que antes de construir una casa, hemos de tener los planos del arquitecto. Cuando logremos por dentro esa gran unificación, lo más probable es que la Física logre hallar su Santo Grial: la ecuación que une las cuatro grandes fuerzas: electromagnetismo, gravedad, fuerza nuclear fuerte y débil.

Cita: Cuando los biólogos llegaron a la conclusión de que los organismos son algoritmos, transfirieron la autoridad de los individuos humanos a los algoritmos conectados en red. Eso empieza por ceder tu privacidad, tu individualidad y publicar todo lo que haces.

La transferencia de la autoridad de los humanos a los algoritmos se está dando, no como resultado de alguna decisión gubernamental, sino debido a una avalancha de decisiones mundanas. El individuo no será aplastado por el Gran Hermano, sino que se desintegrará desde dentro. El sistema tomará por nosotros la mayoría de las decisiones importantes y encima estaremos encantados de que lo haga.

Comentario: Inquietantes conclusiones las que expone Harari, como para pensárselo a la hora de compartir nuestra intimidad más íntima en las redes. O de aceptar que nos coloquen un microchip que permita al “Big Data” conocer y controlar todos nuestros datos biométricos. O un reloj de esos que va controlando cada paso que damos, cada latido de corazón, cada respiración y quién sabe si algún día, cada pensamiento… La gente se prestará a ello pensando que esa puede ser una ventaja de cara a su salud!!!

Así los humanos irán perdiendo su autoridad, su privacidad, su libertad. En ese sentido tiene razón Harari, no hará falta que ningún Gran Hermano aplaste al individuo, se sobrará y se bastará él solito. Realmente inquietante. Personalmente me resisto a pensar que los humanos puedan llegar hasta este nivel de memez y de inconsciencia, prefiero creer que Harari ha sido el encargado de advertirnos del pastel que se prepara en caso de que sigamos en esta línea.

Cita: Algunas personas seguirán siendo a la vez indispensables e indescifrables pero constituirán una élite reducida y privilegiada de humanos mejorados que gozarán de capacidades inauditas y de una creatividad sin precedentes, lo que les permitirá seguir tomando muchas de las decisiones más importantes del mundo. Desempeñarán servicios cruciales para el sistema, mientras que el sistema no podrá entenderlos ni gestionarlos. Sin embargo, la mayoría de los humanos no serán mejorados y se convertirán en una casta inferior dominada tanto por los algoritmos informáticos como por los nuevos súper humanos.

Comentario: Que cada uno decida en qué bando prefiere militar!!! Pero que no digan luego que no nos habían advertido.

Cita: Ya hace un siglo se pronosticó la creación de súper humanos, Hitler lo quería hacer mediante la cría selectiva y limpieza étnica. El tecno humanismo del siglo XXI espera hacerlo con la ayuda de la ingeniería genética, la nanotecnología y los interfaces cerebro-ordenador.

Comentario: En la medida en que ese súper humano utilice herramientas exteriores a él, se acabará robotizando y perdiendo su libertad, está más que claro. Podremos impedirlo si buscamos nuestra Excelencia y nuestras súper capacidades en nuestro interior, a través de la meditación y de métodos, como la Alquimia Genética, que nos permitan descubrir todo nuestro potencial.

Cita: Somos como los habitantes de una isla pequeña cuyos pobladores acaban de inventar la primera barca y están a punto de hacerse a la mar sin tener un mapa y ni siquiera un destino.  Aún peor, nosotros no conseguimos darnos cuenta de que vivimos en una isla minúscula de conciencia en mitad de un gigantesco océano de estados mentales extraños. Igual que los espectros de la luz y del sonido son mucho mayores de lo que los humanos pueden ver y oír, el espectro de los estados mentales es mucho mayor de lo que el humano medio imagina. El estudio de la mente humana ha asumido hasta ahora que Homo sapiens es Homer Simpson.

Comentario: Está claro que Harari está hablando desde el “mainstream”, desde la corriente o masa de personas que se identifican plenamente con Homer Simpson. Pero no habla de la nueva raza emergente de humanos que se están abriendo a la consciencia y abrazando los nuevos valores acuarianos. Hacen menos ruido que los otros, pero están ahí, creando esa masa crítica capaz de anular todos los grises pronósticos del tecno humanismo y del ser humano auto hackeándose.

Cita: La cultura occidental moderna es única por carecer de una clase especial de personas que busquen experimentar estados mentales extraordinarios. Considera a quien intente hacerlo como un drogadicto, un enfermo mental o un charlatán.

Estamos adquiriendo las capacidades técnicas para empezar a fabricar nuevos estados de conciencia, pero carecemos de un mapa de esos territorios potencialmente nuevos. ¿Cómo es posible que tengamos atlas notablemente detallados de la mente enferma pero ningún mapa científico de la mente próspera?

Comentario: Esa clase especial de personas ya existe, lo que ocurre es que hasta ahora el medio elegido para poder acceder a esos estados mentales extraordinarios han sido mayormente las sustancias psicoactivas. Las personas que se están explorando a través de la Alquimia Genética han comprobado sobradamente que es posible acceder a esos estados y a la propia totalidad sin necesidad de consumir ninguna sustancia exterior. La DMT (ver Glosario) de mejor calidad la segrega la glándula pineal. Y respecto al mapa del territorio, una de las grandes bazas de la Alquimia Genética consiste precisamente en aportar una cartografía de la psique humana, a través del recorrido por las doce Capas del ADN sutil. Ese podría ser el atlas de la mente próspera al que se refiere Harari.

Cita: La religión emergente más interesante es el dataísmo, que no venera ni a dioses ni al hombre: adora los datos. El dataísmo sostiene que el universo consiste en un flujo de datos y que el valor de cualquier fenómeno o entidad está determinado por su contribución al procesamiento de datos. Primer mandamiento de esta nueva religión: maximizar el flujo de datos conectándose a cada vez más medios produciendo y consumiendo cada vez más información.
Segundo mandamiento: conectarlo todo al sistema: el cuerpo, el frigorífico, el coche, los árboles de la jungla, todo ha de estar conectado al Internet de todas las cosas. Los dataístas creen que todo lo bueno depende de la libertad de información.

Los humanos tienen que fusionarse con el flujo de datos porque así formas parte de algo mucho mayor que tú. La antigua religión te decía que Dios te observaba en todo momento. El dataísmo dice que los algoritmos te observan constantemente. Para los verdaderos creyentes, estar desconectados del flujo de datos supone arriesgarse a perder el sentido de la vida. El dataísmo podría dejar de lado a los humanos al pasar de la visión del mundo homocéntrica a la datacéntrica.

Comentario: Es curioso, parece que Harari, de forma estratégica, haya calculado con precisión la jugada, dejando lo más espeluznante y terrorífico (desde el punto de vista de una mente sana) para el final: esa nueva religión. El dataísmo pende sobre nuestras cabezas cuál espada de Damocles. Suena mucho a una madre advirtiendo a su hijo: “Como sigas atiborrándote de chuches, se te caerán todos los dientes, uno tras otro”. Hay que decirle al nene algo muy gordo para que se le quite esa manía de las chuches.

Es evidente que eso no va a ocurrir, que como seres pensantes, que se supone que somos, reaccionaremos antes de dejarnos fagocitar por el Big Data. Pero, pensándolo bien, tampoco viene mal que autores como Harari nos lo pinten muy negro, por si las moscas… El hecho de que haya vendido tantísimos millones de ejemplares de este libro ya es de por sí muy elocuente.

Entrevista a Harari

En la Televisión francesa le hicieron a Harari una entrevista de la que salieron ideas interesantes, uno de los contertulios era el famoso neurocientífico Boris Cyrulnik. Cuando Harari dijo que los humanos son algoritmos bioquímicos, no individuos, Cyrulnik le contestó: “Nuestro cuerpo puede ser considerado como un algoritmo, por la combinación de millones de datos que hay en él, pero nosotros no somos algoritmos. Cuanto más se desarrolla la técnica, más regresa el espíritu mágico. Dios ha dicho: dominaréis los animales, las plantas y nos vamos a volver tan poderosos que nos acabaremos refugiando en la magia. Hoy en día las sectas, los gurús, hacen su agosto en las grandes escuelas de matemáticas porque entre los matemáticos hay muchos creyentes en Dios”.

Otra tertuliana contestó: “hay muchas maneras de desconectarse de la robotización, por ejemplo la meditación, crearse una cámara interior para escapar a ese flujo de datos”.

Y entonces Harari dijo: “No tengo la visión de un mundo con ocho mil millones de personas que empezaran a meditar y a transformar el mundo en algo armonioso, no lo veo así. La inteligencia artificial sabrá sobre qué tecla emocional clicar para venderte algo porque el Big Data tiene controlados todos los datos. En Israel te están controlando todo el rato, es un régimen de vigilancia total. Nos tendrán controlados Google y compañía a través de la salud porque la gente cederá sus datos con tal de sentirse mejor. La mayor invención serán los captores biométricos que la gente llevará en su cuerpo porque aceptarán ofrecer esos datos a las empresas. Por su salud, les prometerán que si aceptan eso podrían identificar el cáncer cuando está en sus inicios o detectar una epidemia antes de que se produzcan los primeros contagios. No es ninguna mentira, podrán proporcionar atenciones de salud mucho mejores que las de antes y esto convencerá a la mayor parte de las personas para abandonar su vida privada a cambio. Es el fin de una cierta libertad, es un cambio de autoridad, la que uno antiguamente había confiado a la Iglesia”.

Comentario:Personalmente pienso que Harari, a través de ese pesimismo casi glacial, nos está haciendo tomar conciencia de esa realidad que estamos construyendo para que sepamos echarle un freno. El hecho de que diga que nadie sabrá cómo hacerlo es como un envite, un reto que el padre le lanza a su hijo: “nunca serás capaz de sacarte un sobresaliente en mates”, todo y esperando secretamente que lo haga. Por tanto, podemos concluir que Harari, con todo su aparente sombrío pesimismo, está (conscientemente o no) al servicio de un gran plan de luz.

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