
Llama poderosamente la atención el alarmante número de deportistas y practicantes de deportes de riesgo que han perdido la vida en los últimos meses. Este fenómeno ha cobrado mayor relevancia desde la entrada de Neptuno (a finales de marzo) y Saturno (a finales de mayo) en el signo de Aries, un signo estrechamente relacionado con las actividades deportivas debido a su regencia por Marte.
Además, tanto Saturno como Neptuno han estado formando aspectos disonantes con Júpiter, un planeta que tiende a magnificar todo lo que toca. Esto podría explicar la proliferación de retos absurdos y peligrosos que han circulado en las redes sociales, como el desafío de ingerir todos los medicamentos que se encuentran en casa. Este reto ha llevado a varios adolescentes a terminar en la UVI o, en el peor de los casos, en el cementerio.
Para los amantes de la Astrología, precisemos que Saturno estará en los primeros grados de Aries hasta el 2 de septiembre 2025 y luego volverá a transitar del 14 de febrero al 27 de marzo por los primeros cinco grados de Aries, es decir por los dominios del ángel Vehuiah 1.
Neptuno estará en Aries hasta el 21 de octubre de 2025, volverá a estar en este signo, activando a Vehuiah del 26 de enero al 18 de abril 2027.
El ángel Vehuiah inspira heroicidades y despierta el anhelo de destacar, dejar una huella y distinguirse en algo. Fomenta la audacia de arriesgarse, la creatividad para inventar cosas nuevas, para romper moldes, para ser un motor de arranque, para ser un puente hacia nuevas posibilidades y poseer un entusiasmo desbordante.
Sin embargo, ¿qué sucede cuando no se integra adecuadamente toda esta energía? Pues que puede sentir el deseo de inscribirse en los récords Guinness, arriesgar la vida de manera imprudente o desarrollar estrategias de auto-sabotaje. En casos extremos, esto puede llevar a la auto-destrucción. A veces, de forma inconsciente, uno puede verse emulando a Dustin Hoffman en la película “Héroe por accidente”.
Buscar récords exteriores podría considerarse como el colapso de la onda de la energía de Vehuiah. (lo explico en mi libro El Metalenguaje de tu vida, disponible en esta web). El colapso se produce cuando dejamos que un programa angélico se invierta.
Algunas personas del grupo de Alquimia Genética hicieron interesantes reflexiones sobre estas cuestiones:
Vivir peligrosamente es no comprender el valor sagrado de la vida e ignorar el pacto con nuestro Yo Superior para encarnar y así, poder vivir desde la conciencia para ofrecer nuestro servicio a las almas que también han encarnado. Esa es la esencia de la Alquimia Genética.
El riesgo gratuito es fruto del ego personal que desea ser reconocido y ensalzado por aventuras que no nacen de la conciencia sino de la huida. Ponerse en peligro es querer mostrarse al mundo como un conquistador de récords absurdos y oros externos, cuando en realidad se está huyendo del oro más preciado: la conciencia en estado puro. AG.
Sabemos que no hay más vulnerabilidad que el miedo a conectar con la propia luz. Por ello, vida tras vida huimos o nos perdemos en distracciones externas para no enfrentarnos a lo que realmente somos: seres de luz.
Sólo cuando reconocemos nuestra esencia podemos cumplir la misión encomendada de ser faros para las almas que han decidido seguir el camino espiritual, siempre protegidas por los ángeles y arcángeles y los seres que la inspiraron.
Otra persona comentó:
He cerrado los ojos para sentir el vértigo de la palabra “riesgo, arriesgarse”. ¿Qué significa para mí? ¿Qué necesidad tengo de que mi cuerpo genere sustancias químicas que van contra la vida? ¿Hasta qué punto evito comprometerme y huyo? Si el universo es holográfico, todos estamos en todos, por tanto, con esas actividades de riesgo, habría una parte de nosotros que se está auto liquidando y convendría preguntarse cuál.
Saturno puede ser comparado con un inspector de Hacienda: se ocupa de revisar las cuentas que tenemos pendientes con nuestra Ley personal, es decir, con nuestro programa de vida, con la misión que el alma ha venido a desarrollar en la tercera dimensión. En Aries, nos induce a atender a nuestro niño interior, a restañar sus posibles heridas, a agasajarlo y reconocerlo.
Desde los dominios del ángel Vehuiah (de 0 a 5º de Aries), Saturno nos invita a permitir que la parte más inocente, tierna, cándida, espontánea, sincera, humilde, alegre, con capacidad de ilusionarse y lúdica de nuestro ser, sea la que lleve la voz cantante. La que nos induce a romper viejos moldes, a enterrar creencias obsoletas y a despertar voluntades dormidas desde la fuerza de su entusiasmo sin límites.
En cuanto a Neptuno, en estos mismos grados (de 0 a 5 de Aries), nos induce a conectarnos con la súper mente cósmica, con nuestro multiverso, con nuestro Yo más excelente para sacarle todo el jugo y para permitirle realizar proezas, grandes gestas que permitan a la humanidad facilitar esa mutación de la conciencia a la que todos estamos abocados.
Por otro lado, tal vez convendría reflexionar o meditar sobre la finalidad del deporte. ¿Ha de servir para brindarle el necesario mantenimiento a nuestro vehículo físico o para colgarnos medallitas y generar sustancias químicas que nos pongan en órbita?
Dar protagonismo al héroe interior para mayor beneficio de la colectividad o apuntarse a la moda de los retos absurdos… Esa es una cuestión que cobrará especial relevancia cada vez que esté de servicio el ángel Vehuiah.
El equipo A.G. (Alquimia Genética)
3 respuestas
Preciosa reflexión. Grácias A.G
Excelentes reflexiones imbuidas de conciencia.
Se puede pedir a Vehuiah tener siempre disponible el carburante que necesitamos para actuar con sabiduría en cada momento y situación, y para eso que mejor que construirle su morada en nuestro interior y que la voluntad del Padre o nuestra parte más sublime sea quién dirija nuestra vida.
Gracias A.G por estas perlas que derramas para nuestro mayor bien.
Excelentes reflexiones imbuidas de conciencia.
Se puede pedir a Vehuiah tener siempre disponible el carburante que necesitamos para actuar con sabiduría en cada momento y situación, y para eso que mejor que construirle su morada en nuestro interior y que la voluntad del Padre o nuestra parte más sublime sea quién dirija nuestra vida.
Gracias A.G por estas perlas que derramas para nuestro mayor bien