Neptuno en Piscis

Comparto a continuación un texto que escribí en mi blog en el año 2011, cuando Neptuno entró en el signo de Piscis. Contiene importantes claves –inspiradas en la Astrocábala de Kabaleb– que permiten entender la labor neptuniana. Y que siguen siendo vigentes ya que este planeta sigue estando en Piscis.

Fechas a tener en cuenta

  • Neptuno entra en Aries el 30 de marzo 2025
  • El 22 de octubre 2025 entra en retrogradación y vuelve a Piscis hasta el 26 de enero de 26.
  • A partir de enero del 2026 estacionará en Aries hasta mayo del 2038

La entrada de Neptuno en Piscis, en el que permanecerá hasta el 2025, ha de marcar una época en la que se nos invita a profundizar, como nunca antes se ha hecho, en los meandros de la psique humana. Un tiempo en el que el conocimiento de los mecanismos cósmicos se hará cada vez más patente, en que serán revelados grandes secretos, en que las pirámides hablarán, en que se darán pruebas fehacientes de la existencia de antiguas civilizaciones, como la de Mu o la Atlántida. 

Crecerá exponencialmente el número de personas capaces de recordar su pasado o de bucear en sus futuros probables, se multiplicarán los psiconautas. Durante este tránsito, tendremos constancia de contactos con entes exobiológicos, pero a niveles más masivos. 

Se plantarán las bases de una alianza de civilizaciones y de la futura ONU intergaláctica. Esto, de momento parece algo utópico, de ciencia ficción, pero pronto dejará de serlo. 

Sentiremos una profunda añoranza por lo divino y el contacto con la fuente. Neptuno en Piscis fomentará la idea de que es posible regresar al Edén, transformando nuestra realidad inmediata en un verdadero paraíso. Este tránsito despertará un anhelo por los grandes ideales humanitarios, impulsándonos a buscar un mundo más justo y compasivo.

Si echamos la vista atrás, veremos que coincidiendo con el paso de Neptuno por Piscis en distintas épocas nacieron Freud, Tesla, Wagner, Van Gogh, entre otros grandes creadores. Se inventó el submarino (1859) primer pozo petrolífero (1859), se instala el primer cable de comunicación submarino (1847), se publica el primer manifiesto del partido comunista, nacen el feminismo y el movimiento espiritista. Considerando que la evolución es un movimiento en espiral, esta vez Neptuno en Piscis dará una nueva vuelta de tuerca a estos mismos contenidos pero desde una posición superior en la espiral. 

Ahora los cables submarinos van a conectar todo el planeta vía Internet pero al mismo tiempo se consolidará una inmensa red sutil, que se ha dado en llamar la “Innernet” a través de la cual las personas podrán empezar a comunicarse sin necesidad de cables ni de grandes despliegues técnicos, sin polución, sin ruidos. Y ese cable sutil pasará por el agua neptuniana, eso significa que esa conexión de alma a alma ha de pasar por el corazón, el amor, el sentir, la emoción, ya que eso es lo que simboliza el elemento Agua. Esta nueva capacidad de comunicar será como un regalo que el universo hará a quienes deseen, desde su Yo crístico, conectar con el Cristo interior de otras personas.

Porque estará ligada a un código deontológico: sin la vibración del amor verdadero no habrá posibilidad de conectar. No estamos hablando de ciencia ficción, sino de algo que se ha podido verificar en muchas ocasiones a través de la Alquimia Genética: cuando hay odio, resentimiento, rabias, tristezas, envidias o incomprensión en la psique de una persona, le resulta muy difícil conectar con su pueblo celular, y más aún con la psique de sus allegados.

El paso de Neptuno por Piscis despertará una añoranza por lo divino, por reencontrarse con la fuente, con la unidad perdida, una necesidad de explorar los sentimientos profundos, es decir las profundidades marinas, con todos los tesoros que encierra. 

Cuando las personas me cuentan, en el transcurso de una sesión de Alquimia Genética, que están viendo un mar o un río caudaloso, les invito a que se sumerjan y me digan qué encuentran en el fondo. La mayoría de veces, lo que hallan son cajas de tesoros, o barcos abandonados con un arcón dentro, lleno de joyas. 

Es una visión arquetípica pero, ¿qué representan esos tesoros marinos, sino una intensa y hermosa capacidad de amar?  Representan la belleza que yace en el fondo de cada psique humana. Neptuno es un planeta que no sabe de límites, así es como aprenderemos a amar, gracias a su paso por Piscis, pero esta vez, desde un mayor nivel de conciencia.

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