En varios escritos de esta web se ha hecho mención de la Escuela entre Vidas, un concepto que ha sido ampliamente desarrollado y estudiado por el psicólogo e hipnoterapeuta Michael Newton en sus obras. Pero al que también se ha referido Robert Schwartz en su libro El plan de tu Alma.

La Escuela Entre Vidas es un espacio etéreo donde las almas se congregan entre encarnaciones. Es un lugar dedicado al aprendizaje y la reflexión, donde las almas tienen la oportunidad de establecer pactos o acuerdos antes de encarnar en un nuevo cuerpo. Estos pactos suelen involucrar relaciones y desafíos que enfrentarán en su próxima vida.

El proceso de asignación de roles es, sin duda, una de las actividades más apasionantes e importantes que se llevan a cabo en este espacio. Es un reparto similar al que se realiza en el teatro, donde se eligen a los actores que interpretarán los distintos personajes.

También es un lugar donde las almas pueden evolucionar, aprender de sus experiencias pasadas y prepararse para futuras encarnaciones. Allí pueden ser guiadas por seres espirituales o maestros que les ayudan a comprender sus elecciones y a planificar su camino de desarrollo personal. Veamos un ejemplo sacado de una sesión de Alquimia Genética:

Flora tenía una espinita clavada en el corazón: su abuela paterna –con la que convivió durante una buena parte de su infancia- la había tratado con una gran frialdad y además con mucha exigencia, como si deseara que su nieta alcanzara la edad adulta antes de hora. Lo que más llamaba la atención de Flora es que su abuela no dispensaba el mismo trato a sus dos hermanos, con los que se mostraba muy paciente, dulce y cariñosa. De niña, Flora se preguntaba a menudo: “¿habré hecho algo mal?”. Creció con una desagradable sensación de culpabilidad, procurando mostrar un comportamiento de lo más impecable pero ni así logró ganarse el cariño de su abuela.

Con la intención de sacarse esa espinita -bueno, dejémonos de eufemismos, no era una espina sino más bien una daga lo que ella tenía clavado en su ser- Flora solicitó una sesión de Alquimia Genética. Se conectó con la Escuela entre Vidas y allí descubrió que la abuela había sido su hija en una vida anterior. Una hija a la que Flora, en aquella existencia- había dispensado un trato glacial y muy rígido.

No se trataba de un pago, ni de una venganza, ni de un castigo; era simplemente una oportunidad para experimentar la otra cara de la moneda y así comprender lo que se siente en tales situaciones, para evitar repetir esas actitudes en el futuro. Flora lo entendió y, pocos días después, visitó a su abuela, a quien abrazó con fuerza. Aunque no le compartió nada sobre su aventura alquímica, en un nivel álmico se comprendieron profundamente. Así, Flora pudo liberarse de esa daga que la perjudicaba en múltiples aspectos de su vida.

Soleika Llop