En los inicios del proceso meditativo, utilizando los protocolos de la Alquimia Genética, a los neófitos, es decir, a las personas que recién se están estrenando en estas prácticas, les cuesta un esfuerzo especial meditar y escribir a la vez. Su argumento habitual es: «si tengo que abrir los ojos para escribir cuando estoy meditando, se me va la inspiración, pierdo el hilo de la información que me estaba llegando». Y es cierto, así ocurre al principio, cuando uno tiene poca práctica, estás arriba o estás abajo.

Sin embargo, cuando uno adquiere cierto entreno, se acaba acostumbrando a cerrar los ojos, recoger la información y abrirlos después para plasmarla por escrito. Es cuando se empieza a plantar las semillas, de lo que llegará a ser una ruta de simultaneidad entre la tercera y la quinta dimensión (3D Y 5D ). Podríamos decir que esto equivale a llevar al cerebro a clase de Pilates, lo cual constituye además una excelente prevención contra cualquier tipo de deterioro cognitivo.

Una vez que hemos creado un importante reclutamiento neuronal en esta ruta, llega un momento en que alcanzamos la capacidad de la meta interpretación de todos los sucesos de la 3D. Un momento en que adquirimos la facultad de comprender lo que se cuece entre bambalinas, de ver más allá de las apariencias, de leer entre líneas y esto es sin duda lo más apasionante. Es aprender a bucear en las profundidades, a no contentarse con el espectáculo de la superficie.

Imaginemos, por ejemplo, que llevo varios días asistiendo a la misma escena: bajo a la playa y escucho una tremenda pataleta infantil, un loco bajito se empeña en perforar los tímpanos de todo aquel que se le acerque. Por supuesto, nunca es el mismo niño ni me sitúo en el mismo lugar de la playa, sino que voy variando, un día me sitúo en un extremo de la playa, al día siguiente en otro, pero se repite la misma escena, aunque con protagonistas distintos.

Si hago una lectura superficial y lineal, puedo pensar: «qué mala suerte, me ha tocado ejercer la paciencia, etc.». Sin embargo, si activo mi súper traductor simultáneo de la quinta dimensión, tal vez me plantee que mi niña interior se está quejando de algo y  que me transmite su malestar a través de esos niños chillones.

Veamos otro ejemplo: hace años, llegaron a mi consulta en la misma semana varias personas con una inflamación de los oídos o con problemas de disminución de la capacidad auditiva. Una lectura superficial y lineal me dirá que es pura casualidad. En cambio, si profundizo un poco más, tal vez me pregunte si hay algo que no quiero escuchar. Le formulé la pregunta a mi traductor simultáneo y averigüé de qué se trataba, comprendí que me estaba haciendo la sorda respecto a un problema emocional que estaba viviendo, corregí el tiro y no volvieron a plantearme problemas de oído, teniendo además en cuenta que no soy otorrino. 

Hace poco encontré una frase genial del Dr. Mario Saban que se refiere a la misma temática: Hay que lograr utilizar el lenguaje sucesivo para inyectarle eternidad simultánea. Esta frase resume de forma bella, sencilla y elegante lo que se ha expuesto anteriormente.

Dice Saban: Existimos como Yo, pero también existimos como fuerzas cósmicas, es como existir y no existir al mismo tiempo, el lenguaje opera en lo sucesivo, no en lo simultáneo, esa es una trampa, porque no puedo explicar dos temas al mismo tiempo. El lenguaje opera en la secuencia espacio temporal en el orden sucesivo, pero mi pensamiento puede operar en simultáneo.

Una forma de inyectar eternidad simultánea al lenguaje sucesivo es establecer un diálogo con las Excelencias. En Alquimia Genética llamamos Excelencias a nuestros superhéroes interiores, unas fuerzas cósmicas que moran en una realidad paralela, no existen en la tercera dimensión, pero les podemos dar carta de naturaleza.

Por ejemplo, una mujer que se siente apenada por no haber tenido hijos puede buscar en el campo cuántico la Excelencia, es decir, el momento de sus muchas vidas en que más y mejor se ha sentido realizada a través de la maternidad. La conexión con este personaje, que pertenece a su multiverso, a su historia personal, puede aportarle unos códigos que la ayudarán mucho a relativizar y a aceptar su actual situación.

Por otro lado, a una mujer que está viviendo la experiencia de la maternidad, pero que no sabe cómo enfrentarse a ella, que no sabe cómo asumirla, también le puede resultar de gran ayuda conectar con este tipo de Excelencias. Porque le puede aportar interesantes claves para saber, valorar y responder al hecho de ser madre.

Estar a la vez en 3D y en 5D es ser actor y observador al mismo tiempo, es aprender a explorar la doble verdad sobre lo que nos muestran las apariencias y sobre lo que se esconde detrás del decorado del “Show de Truman” (una película altamente recomendable).

Con todo ello estamos plantando las semillas de una nueva espiritualidad que ha de ayudar a la humanidad actual a superar el vacío existencial en el que se encuentra sumergida.

Soleika Llop