Nací envuelta en los sofocos de un caluroso verano madrileño, en julio de 1953. Como mis padres eran muy viajeros, con pocos meses me trasladaron a Paris –mi madre era francesa- y estuve viviendo allí unos diecisiete años más o menos. Mi padre nació en Gerona, se llamaba Enrique Llop, aunque es más conocido como Kabaleb. Fue un gran maestro de sabiduría y ha sido el principal impulsor de una disciplina aún poco conocida: la Astrocábala que conjuga, como su nombre indica, la Astrología con la Cábala. Ha dejado detrás de sí una gran obra. Con veinte y pocos años empecé a traducir al francés una parte importante de la obra de mi padre.
Mis tres hermanos y yo hemos caído, como Obelix, en la olla de la poción metafísico-astrológica (mi madre también era una buena astróloga y cabalista) y todos nos hemos quedado impregnados en mayor o menor grado. La Astrología, la Cábala, la simbología, la mística y otras muchas disciplinas han sido nuestro pan de cada día durante toda nuestra infancia, adolescencia, hasta el día de hoy.
Me matriculé en la École d´Études Politiques de Paris porque soñaba con ser diplomática pero no acabé la carrera porque sentí que no era mi auténtica vocación.
Para no quedarme anclada en la salsa ocultista, me propuse explorar la Física Cuántica, o al menos lo que era capaz de comprender de ella, porque las matemáticas y yo nunca hemos hecho muy buenas migas. Mi principal afán siempre ha sido buscar paralelismos, analogías y similitudes entre la Física subatómica y la metafísica. Y ello porque pienso que para comprender los mecanismos cósmicos es imprescindible poseer una visión holística, global, de los diversos campos del conocimiento humano. Las polarizaciones están pasadas de moda, ahora todo se interpenetra. Y esta filosofía es la que impregna esta plataforma: aportar al lector una cosmovisión muy amplia donde pueda elegir lo que mejor encaje con su forma de pensar y sentir.
He llevado durante una década la sección astrológica de la revista española Más Allá de la Ciencia, que en sus inicios fue una auténtica pionera en su género.
Llevo tres décadas investigando sobre Astrocábala e intentando comprender los mecanismos del alma humana. Me introduje en el mundo de la sanación en el año 1999. Empecé con terapias regresivas. En el año 2006, creé una nueva técnica de exploración de la conciencia: la Terapia de Alquimia Genética, que está dando excelentes resultados en las personas que desean comprometerse con los cambios requeridos para alcanzar su propio crecimiento. He publicado tres libros sobre este tema: Alquimia Genética, Un Viaje hacia la Excelencia a través de la Alquimia Genética y El Metalenguaje de tu Vida. Por otro lado, participé en la redacción de otro libro, junto con mi padre: Los Ángeles al Alcance de Todos.
Paralelamente a las terapias, he creado un curso completo de Alquimia Genética. He impartido numerosas conferencias en muchos lugares de España y fuera de ella (México, Perú, Italia, Francia).
Mi actual filosofía de vida es, paralelamente a mis actividades profesionales, tener tiempo para disfrutar, sentir, soñar (despierta o dormida), experimentar, colgarme de las estrellas y sobre todo, tener tiempo para reír. No permitir que nada ni nadie me quite la sonrisa, esta es mi principal meta, aunque reconozco que en ocasiones no ha resultado fácil alcanzarla.