Te sitúas física o etéricamente en un bosque muy tranquilo.
Haces 3 respiraciones profundas, saludas a los espíritus de la naturaleza, las Salamandras (Fuego), las Ondinas (Agua), las Sílfides (Aire) y los Gnomos (Tierra), les pides que te acompañen en esa meditación, especialmente los Gnomos.
Te conectas con los Gnomos del bosque, les pides que te guíen hacia el Árbol Maestro, que es como el patriarca, el abuelete de todos los árboles del bosque. O bien, puedes dirigirte hacia el árbol que te parece el más majestuoso.
Te fijas que tenga un orificio, un hueco en su tronco. Invocas la presencia del Mago Merlín, que es un maravilloso arquetipo de conexión con la naturaleza.
Imaginas que Merlín está delante de ti, te da un profundo abrazo. A través de este abrazo, es como si te conectaras con los códigos sutiles de tu magia personal. Es como si volvieras a la infancia. Porque sólo los niños, o los adultos que saben ser como niños, creen en la magia.
Imaginas que Merlín te ofrece un elixir que ha preparado para ti, es muy especial, ya lo verás. Bebes el elixir y de repente tu cuerpo disminuye en tamaño hasta que se hace tan pequeño como el cuerpo de un gnomo.
Junto con Merlín, te introduces en el hueco del tronco, disponiéndote a realizar un viaje fantástico y muy mágico. En el interior del tronco, hay unas escaleras naturales hechas con trozos de raíces, llegas hasta el final.
Y descubres un precioso pueblo, que parece de cuento de hadas, lleno de color y de magia, es el pueblo de los Gnomos, allí te espera toda una familia de gnomos, te dan la bienvenida con mucha alegría, aplausos, saltan, bailan, les encanta recibir visitas de los humanos, especialmente, de los humanos que respetan la naturaleza.
Los gnomos te invitan a compartir su comida, saboreas cada plato que te ofrecen, sus alimentos nutren todos tus cuerpos. Los gnomos te hacen un regalo muy especial, tomas buena nota de cómo es ese regalo y les preguntas qué utilidad tendrá para ti.
Les das las gracias, te despides de este simpático pueblo, ellos esperan que les hagas muchas más visitas. Te introduces de nuevo en el árbol, subes por su tronco, en compañía de Merlín.
Sales al exterior y allí Merlín te ofrece otro elixir, lo bebes y verás que tu cuerpo regresa a su tamaño normal. Te despides de Merlín, dándole las gracias. Y regresas a tu realidad sintiéndote profundamente bien.
Alquimia Genética, un Sol para ti, un Sol para todos.