Te sitúas en lo alto de una montaña (físicamente si puedes, o con tu imaginación si no puedes desplazarte al lugar). Cierras los ojos, para no distraerte.
Haces 3 respiraciones profundas, saludas a los espíritus de la naturaleza, las Salamandras (Fuego), las Ondinas (Agua), las Sïlfides (Aire) y los Gnomos (Tierra), les pides que te acompañen en esa meditación.
Desde lo alto de la montaña, invocas la presencia de la fuerza cósmica llamada Sealiah, le pides que te ayude a sacar todo el provecho posible de este momento. Sealiah es una fuerza angélica que está muy relacionada con el Sol, el cual representa la conciencia, la voluntad, el brillo personal. Para la Alquimia Genética, la montaña es un símbolo de elevación espiritual.
Sealiah tiene un código, formado por unas palabras mágicas, cuando las pronuncias, es como si estuvieras pulsando la tecla que corresponde a esa fuerza cósmica en tu interior.
SEALIAH, me encuentro maduro como un sol que necesita derramar su simiente por el universo y debes ayudarme
para que de mí nunca se desprendan
las virtudes indiscriminadamente,
sino que salga tan solo de mi esfera luminosa
aquello que es útil al discurrir
de la obra del eterno.
Haz, SEALIAH, que a través de mí
puedan encontrar su plenitud
los que están movidos por un afán de servicio,
y que gracias a mi acción, madure la buena simiente.
Evita, ¡Oh SEALIAH!, que mi temperamento
se exprese con exceso, que sean muy tórridos los veranos
o demasiado fríos los inviernos.
Permíteme actuar siempre al unísono del latir cósmico.
Y que todo encuentre a través de mí su perfecta órbita,
su perfecta línea de universo.
Sealiah representa una parte de tu ser que te ayuda a reactivar tu voluntad, a reanudar la marcha cuando te has atascado, a reavivar en ti lo que está como muerto, a rejuvenecer y revitalizarte. Activa tu Fuego interior.
Ahora piensas en el problema que más te preocupa en este momento. Aprovechando que te encuentras simbólicamente en un lugar muy elevado de tu ser, pides a la montaña y a Sealiah que te ayuden a percibir este problema desde una perspectiva más elevada, más desapegada, con más distancia.
Tomas buena nota de las ideas que te lleguen. Das las gracias a Sealiah y a la montaña. Abres los ojos, con la firma intención de percibir tu realidad de distinta forma, desde una visión más elevada.
La Alquimia Genética, un Sol para ti, un Sol para todos.