3. Las ondas cerebrales

La frecuencia de las ondas cerebrales es un tema importante si queremos conseguir una buena conexión cuántica. En alguna que otra ocasión he recibido llamadas de personas que pedían una sesión urgente de AG porque se encontraban en una bifurcación y no tenían claro el camino a seguir. Estas personas estaban angustiadas, nerviosas, y con el cerebro en una frecuencia Beta alta, es decir de 25 a 40 ciclos (hz) por segundo. La función de la Alquimia Genética no es aportar respuestas, sino ayudar a las personas a conectarse con el estrato psíquico en el que puedan ver claro el camino a seguir. En la 5D (la dimensión en la que somos seres auto conscientes) no existen las urgencias.

Para poder establecer una conexión óptima, es preciso rebajar los ciclos cerebrales de forma paulatina, se trata de un proceso. Como dice el investigador Rafael López Guerrero: “El incremento de la capacidad cognitiva del individuo es inversamente proporcional a su ritmo cerebral. A mayor actividad cerebral en Hz, menor capacidad de transacción en datos. El estrés ralentiza los procesos de transmisión de qbits (paquetes de datos).

Esta circunstancia se traduce de forma simple diciendo que a mayor estado de relajación interior, mayor capacidad para resolver ecuaciones complejas (o retos que la vida nos plantea). A medida que vamos bajando la frecuencia de los ciclos cerebrales, se va incrementando nuestra capacidad de recepción de datos. Por ejemplo, cuando estamos en 25 ciclos/hercios, somos capaces de procesar más o menos unas 25 operaciones por segundo. 

En 24 hz, ya son 150 qbits por segundo, ahí está la razón, pero empieza a entrar en funcionamiento la lógica. Si bajamos a ondas Alfa, unos 13 hercios (entramos en estado meditativo), podemos pasar a procesar alrededor de un millón de operaciones por segundo.Es cuando empezamos a intercambiar datos con el universo.Nuestro cerebro actúa como un dispositivo de emisión y recepción de señales o paquetes de datos procedentes del universo, en el que la ionosfera actúa como un canal y nuestras células como transmisores de las señales. 

Cuando estamos en 13 hz, no  tomamos decisiones cortoplacistas, sino las más lógicas y eso modifica el ADN. En este punto de relajación consciente –los 13 hz- el paquete de transacción que realizamos es de un millón de qbits por segundo, ese es el punto de acceso a la cuarta y quinta densidad.  En estado de relajación total -4 a 8 hz-, pasamos a 10.000 millones de qbits por segundo. Es cuando tenemos la capacidad de abrir agujeros de gusano para viajar en el tiempo”. 

Esta es la razón por la cual en Alquimia Genética solemos utilizar las ondas Theta, de 4 a 8 hz. Intentar conectar con el mundo celular cuando el cerebro está en modo supervivencia/estrés es como pretender escuchar una emisora de radio debajo de un túnel, se producirán muchas interferencias. Por ello son imprescindibles los ejercicios de relajación.

Soleika Llop

Crónicas Alquímicas 3: Protocolo de inicio

En este tercer audio hablamos del protocolo inicial que permite entrar en una meditación de Alquimia Genética.

Uno puede meditar sin protocolos, de la misma forma que se puede viajar sin GPS si mapa de carreteras. Del mismo modo que se puede desembarcar en un país exótico sin guía turístico, sí, poder se puede, pero no es lo mismo.

Hablamos también de ondas cerebrales, ¿habías oído hablar de las ondas tontorronas? Pues existen, y las generamos a diario…

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