Dibujo de Nicolás

El tema de la protección es especialmente útil para todo tipo de terapeutas o de personas expuestas a campos electromagnéticos (todo tipo de dispositivos electrónicos). Dentro del sector de los terapeutas, los más expuestos son los psicólogos, psiquiatras, psicoanalistas, y en general el personal de apoyo en centros de salud mental o en cualquier centro de salud. La gran mayoría se contenta con una buena ducha tras su jornada de trabajo, pero no suele ser suficiente para eliminar las energías de bajo perfil que han recogido durante el día. Lo más probable es que cenen, desayunen, coman y merienden con ellas a cuestas.

Tampoco conviene contentarse con una simple maniobra de protección exterior. En efecto, para que una energía de perfil bajo impacte en una persona, tienen que existir unos receptores, es decir un espacio en el que esas energías encuentren un asiento, donde poder agarrarse. Un espacio psíquico que tenga su misma vibración, un área en la que se hayan colado restos de frustraciones, de enfados, de incomprensiones, de tristezas, de rabias no declaradas, muchas veces inconscientes. Estos contenidos facilitan la creación de un puente a través del cual pueden llegar toda clase de contenidos indeseables.

Pongamos un ejemplo. Imaginemos que Enrique es un paciente psiquiátrico que ha sufrido episodios psicóticos cuyo origen está muy relacionado con un no reconocimiento por parte de su padre, un padre del que Enrique es la viva imagen pero que, por cuestiones kármicas, se empeña en hacerle dudar de su paternidad. Imaginemos que Enrique es tratado por un psiquiatra –Alejandro- que se siente frustrado por una falta de reconocimiento respecto a su labor en el Centro psiquiátrico, hace más horas que un maestro de escuela y no se siente retribuido de forma justa, no siente que los responsables del Centro valoren sus esfuerzos, amén de otras reivindicaciones laborales. 

¿Qué puede ocurrir cuando trate a Enrique? Pues que se junten el hambre de reconocimiento con las ganas de “comer” algún tipo de valoración. Resultado: Alejandro llegará más que agotado a su casa, porque además de su carga, llevará en sus espaldas la de Enrique, a nivel energético. Y lo más probable es que ni siquiera se haya dado cuenta ya que todo ello ocurre en el campo cuántico. Esta carga, además de agotamiento, le puede producir malestar, mal humor, desánimo, desgana o afán de evadirse.

Ahí es donde le podría resultar de mucha utilidad algún ejercicio de protección energética. Claro que lo ideal sería que Alejandro racticara el Ho´hoponopono y se preguntara dónde se aloja, en su propia psique, el problema de Enrique, tal y como lo hizo el Dr. Len, pero esa es harina de otro costal.

El Dr. Ihaleakala Hew Len, un terapeuta Hawaiano es famoso por haber curado un pabellón completo de pacientes criminales insanos sin siquiera haber visto a ninguno de ellos. Él estudiaba la ficha del recluso y luego miraba dentro de sí mismo para ver cómo él había creado la enfermedad de esa persona. En la medida en que él mejoraba, el paciente se mejoraba.

 Él explicó que había trabajado en el Hospital Estatal de Hawai durante cuatro años. El pabellón donde encerraban a los locos criminales era peligroso. El Dr. Len  firmó un acuerdo que consistía en poder disponer de una oficina que le permitiera revisar los historiales de los pacientes. Mientras miraba esos historiales, él trabajaba sobre sí mismo. Y mientras lo hacía, los pacientes comenzaban a curarse.

A los pocos meses, a los pacientes que debían estar encadenados, se les permitía caminar libremente. Otros que tenían que estar fuertemente medicados, comenzaban a mermar su medicación. Y aquellos que no tenían jamás ninguna posibilidad de ser liberados, fueron dados de alta. Además, el personal del Centro comenzó a gozar yendo a trabajar, el absentismo y los cambios de personal desaparecieron. Terminaron con más personal del que necesitaban porque los pacientes eran liberados, el pabellón acabó cerrándose. A la pregunta de: “¿Qué estuvo haciendo con usted mismo que ocasionó que esas personas cambiaran?” el Dr Len contestó: “Yo simplemente estaba sanando la parte de mi que los había creado a ellos, entiendo que la total responsabilidad de mi vida implica a todo lo que está en mi vida, simplemente, y por ello es mi responsabilidad. En un sentido literal, todo el mundo es tu creación”.

Interesante afirmación, corroborada por los descubrimientos científicos más punteros. 

A través de la Alquimia Genética, es posible averiguar qué es lo que está fallando en uno mismo cuando las personas del entorno entran en crisis o causan conflictos. Pero mientras no lo averiguamos, puede ser muy interesante conocer maniobras de protección energética.

Soleika Llop

Crónicas Alquímicas 9: La protección energética

En este audio nº 9 hablamos de un tema al que a veces no concedemos la suficiente importancia: el de la protección energética.

Puede resultar de mucha utilidad para quienes trabajen de cara al público, y sobre todo para los terapeutas.