Independientemente de que Jesucristo fuera una figura histórica, como arquetipo de la psique representa la parte del ser que es capaz de sanar, de amar sin condiciones y de interesarse por el bien común, de conciliar elementos contrarios, de unificar la naturaleza divina y la humana, la mente y el corazón, de restablecer las conexiones con los cuerpos superiores y de conducirnos al Padre, es decir, al contacto con el Yo divino.
El Cristo es el nuevo escalón que nos aguarda en el proceso de la ascensión planetaria, es la energía que nos llevará a la Gran Unificación.
El Cristo es el ser que expresa plenamente el poder, la belleza, el amor y la vida ilimitada divina que vive dentro de él. El ser que se da cuenta de que él es divino y encarnando dicho entendimiento, es una fuerza interior capaz de explicar todos los misterios. La vida y enseñanzas del
Maestro constituyen el itinerario que conduce al Padre, al Yo divino.
El Cristo representa la fusión entre lo masculino y lo femenino, dando origen a un ser más completo, en él la lógica aflora desde la sensibilidad, la razón se potencia en la intuición, la ley se manifiesta desde el amor.
Como dijo Carlos Schabbath: El Yo Crístico es el ser capaz de participar en la sinfonía de las estrellas desde su equilibrio interior y de unir los dos universos: el externo objetivable que, manifestado al consciente, intentamos racionalizar. Y el otro interno-subjetivo que, oculto en el inconsciente, intentamos inútilmente olvidar.
Dicha unidad simboliza al observador en reposo, es decir, al espíritu capaz de percibirse a sí mismo observando desde el canto del espejo la doble imagen y la doble lectura de la relatividad relacional. Cuando dejamos de separar el observador de lo observado, podemos comprender el mundo en su totalidad. Cuando se despierta el Yo Crístico, somos uno con el universo y su creador.
La separación observador-observado es un complejo psicológico que intenta darnos seguridad ante ciertos miedos inherentes a la conciencia humana, miedo a tener que aceptar que uno es responsable de todos sus procesos.