La dimetiltriptamina (DMT), es un alcaloide que se encuentra en ciertas plantas y en el cerebro de algunos mamíferos. También se encuentra de manera natural en el cerebro humano, exactamente en la epífisis o glándula pineal. Se produce en pequeñas cantidades cada vez que un individuo sueña, en los efectos visuales del sueño natural, en las experiencias cercanas a la muerte y otros estados místicos.
El investigador médico J. C. Callaway, sugirió en 1988 que la DMT puede estar relacionada con el fenómeno del sueño visual, donde los niveles de DMT en el cerebro son periódicamente aumentados para inducir visualizaciones oníricas, experiencias transformadoras y otros estados naturales de conciencia. La DMT es conocida también como “la molécula de Dios”.