Cuando realizamos un acto de forma repetitiva, acabamos creando un patrón psicológico, lo cual en matemáticas se llama un atractor. Podríamos compararlo con una ciudadela dentro de la arquitectura psíquica, una ciudadela que irá tejiendo a su alrededor toda una serie de redes con la energía que vaya captando. Es decir, si creamos en esta área un reclutamiento neuronal o área de especialización neuronal, irá creando fractales que derivarán de ella.
Los síntomas, en una enfermedad, siguen las leyes de la fractalidad, se organizan alrededor de un núcleo, un leitmotiv, un patrón determinado que en psicología se llama trauma y que en geometría se llama atractor. El concepto de atractor, karma, retorno de lo reprimido o trauma son la misma cosa, es decir, algo que organiza, atrae y configura el despliegue algorítmico de una cascada de percepciones