Conectar con el mundo celular es una forma decirle al alma: “honro y respeto el vehículo que se me ha prestado, me apetece saber qué siente, qué piensa, y averiguar cómo puedo mejorar su rendimiento”. Parece una verdad de Perogrullo, pero si descuidamos nuestro vehículo, los espíritus que somos no lo tendrán tan fácil a la hora de explorar el mundo físico. Si, es una evidencia perogrullera, sin embargo, la realidad, la cruda realidad, es que a menudo maltratamos esa estructura física que nos acoge, de la misma forma que maltratamos la naturaleza, al fin y al cabo estamos hablando de lo mismo, porque quien no respeta la naturaleza, tampoco respetará su cuerpo.
El alma de Júlia urdió una estrategia para que ella tomara consciencia de que existía, en lo más profundo de su ser, una importante dicotomía, una división. En su psique se había instalado un campo de batalla. Seguramente fue avisada de ello a través de la intuición o de los sueños, pero no se percató de ello. Entonces el mensaje fue transmitido a través del físico: empezó a notar un enorme cansancio, que no era atribuible a su edad ya que contaba con treinta y pocos abriles.
A través de una sesión de AG, penetró en su mundo celular, esta fue su vivencia:
En el primer escenario, veo el mar, es de noche, el agua está calmada. Convoco a una delegación de mi pueblo celular y aparece un guerrero vikingo con ganas de guerra. Detrás de él, veo muchos hombres con túnicas largas blancas. Aparece una mujer que viste como de Florencia o Venecia del siglo XVII, parece que tiene miedo de algo que hay detrás de ella, es como una gran mancha negra.
Una vez acabada la sesión, Julia volvió a visualizar el Escenario 1 para comprobar si se había producido algún cambio, y vio que la señora de Venecia estaba sentada en un trono de reina, se sentía fuerte y poderosa. El vikingo estaba relajado, estirado en un sofá comiendo uvas. En toda lógica, el escenario inicial había experimentado grandes cambios.
Sin embargo, puede ocurrir que no se produzcan tales cambios, ocurre en los casos de personas muy mentales que se resisten como gatos panza arriba a penetrar en su mundo celular.
Julia es terapeuta. En el audio comentamos todos los detalles.
Es importante conectar de forma periódica con el pueblo celular, y no esperar para hacerlo a sentir alguna molestia o patología. Visualizar los personajes que forman este pueblo nos permite realizar un escáner, una radiografía de la psique pero también del cuerpo. Otra de las ventajas es que las células, al sentir que nos acercamos a ellas, serán nuestras cómplices, conspirarán a nuestro favor. El resultado es que todo en el cuerpo fluirá mucho mejor, pero como el micro y el macrocosmos forman un todo indiferenciado, aunque no lo parezca, si todo va mejor por dentro, todo irá mejor por fuera.
Y no se trata sólo de realizar una mera radiografía, sino de establecer un diálogo ameno y constructivo con el mundo celular, como si las células fueran nuestras mejores amigas. Una forma de hacerles notar nuestro interés consiste en consultarlas a la hora de tomar cualquier iniciativa relacionada con nuestro cuerpo. Trátese de iniciar un régimen, de someterse a una operación estética, a un tratamiento para favorecer la fertilidad, o a un tratamiento cualquiera.
Cuando se producen rechazos a ciertas prótesis, o a determinados trasplantes, tal vez podrían haberse evitado consultando previamente con el mundo celular. Sé de personas que han tenido serios problemas de salud después de haberse sometido a una operación de reducción de mamas o de reducción de estómago.
De la misma forma que solemos consultar con nuestra familia o amigos cualquier iniciativa que pensamos tomar, es importante hacerlo con las células, si el cuerpo está implicado, porque, al fin y al cabo, son las más directamente interesadas. Por ejemplo, si nos tenemos que someter a un tratamiento dental, es importante decirles que pongan toda su atención en evitar el dolor, y disculparnos con ellas por la pequeña agresión que esto supone para ellas, anunciarles que nos van a anestesiar. Sea cual sea el tratamiento, conviene advertir antes al colectivo celular y pedirles su plena colaboración.
De la misma forma que antes de arrancar una flor o de sacudir un árbol para que caigan sus frutos, lo ideal sería que les pidiéramos permiso y agradeciéramos a la naturaleza el regalo que nos hace.
Se trata en definitiva de abrirnos a una nueva mentalidad, a una nueva visión de la naturaleza y de nuestra naturaleza, basada en el respeto y la comunicación.
Si nos inclinamos ante la naturaleza, ella nos devolverá el saludo con el máximo esplendor.
Soleika Llop
Crónicas Alquímicas 8: Conexión con el pueblo celular
En este audio nº 8 vemos cómo entablar un interesante diálogo con nuestro mundo celular, vemos también lo parlanchín que puede llegar a ser el inconsciente en cuanto uno le abre las compuertas.