Te trasladas mentalmente al Machu Picchu, situado en Perú. Reúnes en una explanada a todo tu clan familiar, incluyendo a los que ya no están en el mundo de los vivos. Abuelos, padres, hermanos/as, cuñados/as, primos, hijos, pareja/s, nietos, etc. Que no falte nadie. Imaginas que sus cuerpos de luz están flotando por encima de sus cabezas. Esos cuerpos de luz se funden en un gran abrazo formando una gran bola de luz, se ríen de sus disfraces pasajeros de la tercera dimensión.
Regresas a tu realidad y sientes un bienestar muy especial.